Bacterias para restaurar suelos en Nayarit

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Con la finalidad de restaurar suelos contaminados por hidrocarburos y plaguicidas, un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) trabaja en la detección de genes en bacterias para la biodegradación de contaminantes persistentes detectados en el estado.

El doctor en bioquímica, con especialidad en biofísica, Jesús Bernardino Velázquez Fernández, aseguró que a partir del conocimiento y desarrollo de estas bacterias del género Pseudomonas —que tienen la capacidad de biodegradación— se podrán restaurar suelos y humedales contaminados.

“Estamos monitoreando suelos agrícolas, bosques y talleres mecánicos porque la presión selectiva en los talleres es fuerte, ahí hemos observado que se separaron bacterias del tipo Pseudomonas y encontramos que en estas existe capacidad de degradación de esos compuestos”, resaltó el investigador.

Informó que en la zona agrícola de Nayarit se siguen utilizando compuestos contaminantes, incluso restringidos internacionalmente, como endosulfán y otros plaguicidas organoclorados, aunado a que no existen estrategias en el país para la biorremediación contra los efectos de estos.

También señaló para la Agencia Informativa Conacyt que en los talleres mecánicos se encuentran desechos con hidrocarburos o con compuestos bifenilos policlorados, altamente cancerígenos, que no han sido monitoreados en el estado y se encuentran en concentraciones peligrosas de toxicidad crónica.

La investigación es financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y colaboran con ella especialistas de Francia, España y México.

Estudio de bacterias, genes y enzimas para reparar suelos

Velázquez Fernández dijo que uno de los enfoques que se han utilizado en la investigación es la capacidad de los suelos para biodegradar o biotransformar los elementos contaminantes, a partir de bacterias que están siendo identificadas con técnicas de biología molecular.

“Sabemos que son del género Pseudomonas pero aún no sabemos la especie ni la cepa, de hecho colaboradores de Francia nos están ayudando a la identificación de estas bacterias, mediante técnicas de la biología molecular. El proyecto se diseñó para ver capacidades de autorrestauración, conocer algunos genes de biotransformación, ya que sabíamos de un listado de genes, entre ellos oxigenasas y peroxidasas”, apuntó.

El especialista explicó que las bacterias halladas expresan la enzima con capacidades de biotransformación porque tienen los genes, pero no expresan necesariamente la actividad de dichas enzimas.

“Incluso cuantificamos la cantidad de bacterias que pueden tener estos genes, y el número es muy bajo: de cada millón de bacterias, menos de diez tienen el gen y aún menos tienen la característica para expresarlo. Eso implica que en ese ambiente estas bacterias pueden estar, pero para regenerar el ambiente es poco frecuente, entonces nuestra idea es ver si están en las condiciones de expresarlo y, en efecto, en estos dos ambientes lo pueden hacer, pero queremos estimular su crecimiento y hacerlas abundantes”, expuso el entrevistado.

El doctor Velázquez Fernández indicó, como antecedente, que en Asia y Europa se ha reportado que el género de las Pseudomonas tiene la capacidad de biodegradación y que, a partir de ello, se buscaron en Nayarit porque no había información relacionada.

“Hay un medio selectivo en el laboratorio que nos permite crecer estas bacterias, sí era una sospecha que teníamos con base en otros estudios pero no sabíamos si había en el estado, ni la frecuencia; claro, en otros lugares es más alta y en humedales hay decenas de estas bacterias, pero no había reportes de esta enzima en el estado o en el país, y las identificamos con técnicas de biología molecular”, mencionó.

Actualmente, para que estas se puedan utilizar en nuestro país con el fin de biorremediar sitios contaminados, sería necesario traerlas de otros lugares, como las reportadas en Europa, pero podrían tener algún impacto desfavorable en nuestro ecosistema.

Los talleres mecánicos

La investigación se lleva a cabo también en talleres mecánicos porque en estos sitios, refirió el doctor Velázquez Fernández, la cantidad de compuestos orgánicos es semejante a la que se encuentra en bosques, aunque en estos las plantas y organismos son quienes los proveen.

“En el bosque son compuestos que las plantas y organismos dan, mientras que en el taller son los desechos de aceites y grasas, ambos pueden ser degradados por las bacterias que utilizan todo un complejo de enzimas, y hay una de estas enzimas, que es la catecol dioxigenasa, que puede degradar ambos tipos de compuestos, de hecho degradan compuestos aromáticos encontrados en thinner, gasolina y otros hidrocarburos”, repuso.

En el caso del bosque, esos grupos funcionales químicos —anotó— se encuentran en los ácidos húmicos y fúlvicos del suelo, por ello comparten esa similitud química, lo que da pie a la hipótesis de que eso es lo que estimula la producción de la enzima que los degrada.

Para finalizar, el experto afirmó que, junto con su equipo de investigación, trabaja para que los contaminantes de tipo aromáticos y organoclorados puedan ser removidos del ambiente, ya que año con año se van acumulando y aunque ahora pueden estar en niveles bajos, con el paso del tiempo nos estaremos enfrentando a un peligro.

Contacto
Jesús Bernardino Fernández Velázquez
jesusbvf@gmail.com

Agencia Informativa Conacyt

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