Luchan por siembra de productos transgénicos

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El estado de Tamaulipas tiene potencial de crecimiento a través de la siembra de productos genéticamente modificados como el maíz, que en este momento no está permitido, de lo contrario contribuiría a una mejora en la economía al dejarse de importar grano para consumo desde los Estados Unidos, aseguró la Alianza Protransgénicos.

“En serio que Tamaulipas tiene potencial y mucho, todo el país tiene potencial para sembrarse, solamente debemos tener cuidado para no evitar las cruzas con el maíz que es criollo”, declaró Rubén Chávez, presidente de la citada organización que en México emprende una lucha para que se permita sembrar el producto en el país.

Y es que, explicó, en Estados Unidos desde hace 20 años se tiene la capacidad de sembrar transgénicos y sus productores han sido los más beneficiados, sobre todo porque ingresan el producto a territorio nacional con la autorización de dependencias como la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).

“Resulta absurdo que actualmente se importen alrededor de 11 millones de toneladas de maíz de Estados Unidos, de las que un 95 por ciento son maíz transgénico, para lo cual los mexicanos invertimos aproximadamente mil millones de pesos cada año.

Fue en el 2008 cuando se liberó la frontera, pero desde hace 20 años los mexicanos consumimos maíz, soya y otros productos que son considerados como genéticamente modificados”, declaró el presidente de Alianza Protransgénicos, que en el caso del estado ya busca acercamientos con el gobernador electo Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

Indicó que aunque, en el caso del maíz transgénico, no sea posible sembrarse en todo el territorio tamaulipeco ya que se tienen que respetar a los especímenes locales, es a la zona fronteriza a la que se le puede sacar provecho para su producción y por ende contribuir al crecimiento de la agricultura local, así como nacional.

“Se supone que en los primeros seis meses del año (2016) se han importado 25 por ciento más de grano en el mismo periodo comparado con el año anterior, entonces estamos dependiendo cada vez más del extranjero con este tipo de productos y a nosotros no nos permiten sembrarlo”, puntualizó.

La capacidad de Tamaulipas para el campo está probada y se puede incrementar en caso de dársele luz verde a la producción de los transgénicos, explicó el especialista, ya que por ejemplo en el estado se producen de 2 a 3 millones de toneladas de sorgo que lo ponen en el primer lugar nacional.

Explicó que hace aproximadamente una década las instancias reguladoras del campo mexicano permitían la siembra de los productos genéticamente modificados en tres etapas; sin embargo el procedimiento de activistas en contra de la citada tecnología genética echó para abajo dicho avance y todo se estancó.

“El maíz transgénico actualmente está prohibido sembrarlo en la República Mexicana, hay una Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados que se aprobó en el 2001 en México, que habla que se tienen que cubrir tres etapas: experimental, piloto y comercial.

Pero el maíz no ha pasado de la piloto y, por ejemplo, hace más de dos años algunos opositores hicieron trámites jurídicos y un juez aprobó la suspensión de dichas fases, pero hace tres meses esa suspensión se levantó; sin embargo la fase comercial aún continúa en espera”, refirió.

Rubén Chávez explicó que se considera que los transgénicos son dañinos para el cuerpo humano pero eso no es verdad, ya que en el país se consume desde hace dos décadas y se cuenta con una aprobación, así como regulación de parte de la Cofepris.

Además, refirió, dicha tecnología lo único que logra es hacer más fuerte el producto que se desea sembrar, que crezca más resistente a factores como el clima, la superficie terrestre y sobre todo a situaciones que en ocasiones no se pueden controlar como la falta de agua.

“Si tiene plagas de suelo, tendrá más resistencia y lo mismo hará con las plagas de aire, evitará daños ocasionados por los herbicidas”, expresó.

Milenio

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