Tehuacán, Puebla.- Por tercer año consecutivo se registran pérdidas totales en los cultivos de maíz y fríjol en Santa Ana Teloxtoc, junta auxiliar de este municipio, donde los campesinos ven con desesperación la falta de productividad en sus tierras debido a que no hay lluvias en la región.
Aquilino Aguilar Hernández, presidente auxiliar, manifestó que son cerca de 500 hectáreas de cultivos las que se perdieron en este 2016, todas ellas se siembran con la modalidad de temporal, lo cual significa que dependen totalmente de las precipitaciones pluviales para que el cultivo crezca.
Desde hace varias semanas los campesinos de Teloxtoc pusieron los granos de maíz y fríjol en sus tierras con la esperanza de que las lluvias se hicieran presentes, pero en todo ese tiempo las nubes se alejaron de la comunidad, lo que causó que las plantas que crecieron un poco se secaran.
Teloxtoc se ubica en la región mixteca de Puebla, donde prevalece un clima árido, con escasas lluvias, pese a lo cual los productores agrícolas se arriesgan a sembrar con la esperanza de que el clima les favorezca, por lo menos para conseguir algo de alimento para auto consumo.
Pero al igual que en 2014 y 2015, en este año parece que sus cultivos correrán la misma suerte, por lo cual solo queda esperar a que el gobierno del estado los incluya dentro del programa del seguro al campo.
Aguilar Hernández señaló que la gestión para recibir ese apoyo la hace el Comisariado Ejidal, por lo cual confió en que el presidente de dicho organismo haga pronto las gestiones para los afectados. Son alrededor de 300 personas las que perdieron sus cultivos, apuntó el presidente auxiliar, quien dijo que aun si en los próximos días se hacen presentes las lluvias será muy difícil que se logre salvar algo de la siembra.
Para sembrar una sola hectárea los productores invierten hasta 4 mil pesos, por lo que las pérdidas económicas son elevadas, sobre todo si se toma en cuenta que Santa Ana es una de las juntas auxiliares más marginadas del municipio, razón por la que el edil pidió que el gobierno no deje en el desamparo a los damnificados.
La Jornada
