Jalisco produce alrededor de tres millones de toneladas de maíz al año y es el principal productor de este grano en México en este ciclo de primavera-verano, dijo el director de la División de Agronomía del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG, Salvador Mena Munguía.
Sin embargo, “ya sabemos que el estado de Sinaloa nos gana en el ciclo otoño-invierno”, aclaró el investigador en entrevista para Notimex.
Agregó que el estado de Jalisco “siempre ha estado bien posicionado en la producción maicera a nivel nacional”.
Recordó que la actual División de Agronomía del CUCBA se fundó en 1964 en función de la producción de maíz en Jalisco, “como una estrategia para formar agrónomos para que el liderazgo de producción de maíz continuara y así ha sido”.
Manifestó que Jalisco “es el principal productor de maíz en México en este ciclo de primavera-verano, sin embargo, ya sabemos que el estado de Sinaloa nos gana en el ciclo otoño-invierno”.
Comentó que Sinaloa tiene una producción intensiva con rendimientos muy altos que superan en promedio las nueve o 10 toneladas de maíz por hectárea, mientras que en Jalisco el promedio anda entre seis y siete por hectárea.
“Eso nos hace quedar como en segundo lugar a nivel nacional, pero la producción maicera de Jalisco es de buena calidad y es tradicional”, apuntó.
Subrayó que en Jalisco “andamos en alrededor de los tres millones de toneladas de maíz por año, a veces logramos acercarnos a tres y medio millones de toneladas, y en ocasiones rebasamos un poquito las tres millones de toneladas, pero es una cuota lograr al año alrededor de tres millones de toneladas”.
Mena Munguía mencionó que Sinaloa llega a alcanzar hasta cinco millones de toneladas al año, “porque es una producción comercial intensiva, y por hectárea levantan alrededor de 30 por ciento más que Jalisco”.
Precisó que el maíz de Jalisco se caracteriza por el tipo blanco, “es el que tiene más producción, aunque últimamente se amplía el espacio para producir maíz amarillo, que es para uso pecuario en su mayoría; ha habido una especie de transformación productiva para producir más maíz amarillo, porque regularmente México es importador de maíz amarillo para abastecer a la alimentación animal”.
Estimó que en Jalisco se produce alrededor de 15 por ciento de maíz amarillo, “hablamos de unas 300 mil a 400 mil toneladas, pero tiende a crecer”, dijo.
“Se habla de llegar a tener incluso una tercera parte de producción de maíz amarillo, lo cual sería ya significativo porque este estado tiene también una buena producción pecuaria en los Altos de Jalisco y en otras partes”, apuntó.
Indicó que es un poco complicado estimar la derrama porque los precios están sujetos a los internacionales del maíz, “en las últimas fechas ha andado en alrededor de tres mil 500 a cuatro mil pesos la tonelada, pero no se prevé que pueda haber un aumento importante porque los precios internacionales no son muy generosos en los gramos”.
El investigador señaló que es importante para Jalisco ser productor de maíz, “además de que es una tradición productiva, el productor que toda la vida ha trabajado con maíz difícilmente cambia a otra alternativa de cultivo, aunque le demuestren que es importante y puede tener apoyos”.
“Regularmente la tradición es la que manda porque muchas veces el propio maíz que producen también lo consumen en parte, entonces es toda una cultura de vida la que hay en el campo de Jalisco, y resulta complicado cambiar la idiosincrasia al productor de maíz”.
Puntualizó que esta administración ha trabajado bien, “se brinda ayuda a los productores de maíz, aunque sí hace falta apoyar un programa más amplio de asistencia técnica para los productores de maíz”.
Destacó que el extensionismo que requiere el productor de maíz para consolidar su capacidad productiva es: capacitación, transferencia de tecnología y asistencia técnica.
“Hace falta capacitación a los productores, transferencia de tecnología, que mucha tecnología la ha generado además de Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), las universidades, y se quedan guardados muchos de estos adelantos”.
Añadió que en la UdeG “tenemos variedades de maíz y frijol de buen rendimiento y buena calidad, pero no las podemos transferir al productor porque no hay un programa organizado de productor de semillas para que tengan semilla a bajo costo”.
Detalló que su línea de investigación ha sido la producción de maíz de alta calidad de proteína, “es algo interesante porque es un maíz que permite que tengamos una nutrición adecuada”.
Afirmó que con ese maíz, “todas la dietas que hay a base al maíz, que son muchas en Jalisco, se verían muy bien beneficiadas porque el valor nutritivo se elevaría mucho, y la gente que se alimenta de maíz tendría buena nutrición”.
Comentó que sin embargo, “es complicado llevarlo a la práctica porque obedece a un gen que se conoce como recesivo y que al estar en contacto con maíces normales se pierde si no es bien manejado”.
“Si lográramos que estas variedades de maíz de alta calidad de proteína que ha formado la UdeG llegara a los productores y consumidores tendríamos una condición de calidad de vida mejor en el campo”, concluyó.
