El estudiante del tercer semestre de la licenciatura en Nanotecnología, del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), Álvaro Murua Millán, realiza experimentos para elaborar diésel con la “Jatropha curca”, un arbusto capaz de asimilar dióxido de carbono y producir aceites especiales.
El alumno afirmó que uno de sus objetivos es producir biodiésel con mejores propiedades de combustión y que sea más económico que el dísel derivado del petróleo.
Aseguró que este biodiésel presentaría muchas características similares al disel, pero sin ser altamente contaminante; sería compatible con los automotores actuales, sin requerir cambios en el motor y mejorar su vida útil, todo esto sin afectar el rendimiento del auto.
Agregó que otra ventaja es que el proceso de producción generaría residuos como la glicerina y la celulosa, que podrían ser comercializados en distintos mercados, con cero pérdidas.
Explicó que la investigación está basada en la jatropha curcas, un arbusto perenne leñoso que crece en México y parte de Centroamérica y es tolerante a las sequías, adversidades climáticas, además de ser adaptable a los suelos semiáridos.
Señaló que este arbusto es capaz de asimilar dióxido de carbono y producir aceites monoinsaturados, que se pueden destinar en la producción de biodiésel.
“Los aceites ideales son los monoinsaturados porque presentan mejores propiedades de combustión. De la soya puede obtenerse este tipo de ácidos grasos, pero su uso implicaría una elección entre dos opciones: utilizarla para la alimentación humana o para el transporte”, subrayó.
Destacó que una de las ventajas de la jatropha curcas es que es tóxica para el organismo humano, entonces sería destinada para la producción de biodiésel, ya que esto no representaría un dilema. Actualmente, hay muchas hectáreas disponibles para el cultivo de esta planta.
“El propósito es incrementar la capacidad de asimilación de dióxido de carbono de la jatropha curcas e integrar la absorción de metano para que ambos gases sean utilizados por dicho organismo vegetal en la producción de ácidos grasos monoinsaturados, sin alterar el funcionamiento de la planta, ni su fisiología”, resaltó.
Detalló que también se intenta integrar hidrocarburos aromáticos, de manera que los gases que afectan al medio ambiente –incluidos el metano y el dióxido de carbono–puedan ser útiles en la producción de biodiésel.
“De esta manera, a mayores gases contaminantes absorbidos o utilizados, mayor biomasa disponible para la formación de biodiésel”, dijo el alumno.
El problema de la jatropha es que, muchas veces, los tipos de aceite no son los ideales para hacer el biodiésel, y es lo que se trata de resolver con esta investigación, que está orientada a estudiar la expresión de los genes durante la producción de ácidos grasos monoinsaturados en la planta.
Reiteró que el objetivo es identificar los que se van a modificar mediante mutagénesis (aparición de mutaciones) dirigida, una técnica de biología molecular utilizada para crear mutaciones en una cadena de ADN. “Utilizaremos una vía metabólica, en lugar de introducir un gen ajeno a la planta”, recalcó.
Murua Millán abundó que, en la actualidad, es aplicada la ingeniería genética para producir biocombustibles. Una técnica utilizada es transferir un gen de un organismo a otro (por ejemplo, de la soya a la jatropha).
Sin embargo, dijo, el inconveniente es que hay reportes de que puede haber una transferencia horizontal de genes. Es decir, se puede infectar a otros tipos de cultivos y alterar los genomas de otros organismos.
El estudiante de la licenciatura en Nanotecnología tuvo la idea de realizar esta investigación antes de ingresar a la Universidad de Guadalajara (UdeG), por lo que ya en su calidad de alumno acudió a la División de Ingenierías e Innovación Tecnológica del CUTonalá.
El alumno cuenta con el apoyo de cerca de 10 académicos especialistas de diferentes ciencias como Biología Molecular y Bioquímica Genética, entre otras. Ellos y el estudiante han realizado actividades de retroalimentación para encaminar el proyecto.
Además, se busca formar un equipo interdisciplinario que haga posible la investigación.
“Queremos idear un mecanismo para la identificación de los genes de la jatropha curcas, e implementar para esta planta una vía metabólica (sucesión de reacciones químicas que conducen de un sustrato inicial a uno o varios productos finales)”, declaró.
Los resultados preliminares de la investigación se tendrían tentativamente para el mes mayo de 2018, incluido el estudio genético de la planta y la modificación de los genes, apuntó.
Hay las opciones para generar convenios con laboratorios de Biología Molecular o Biotecnología Vegetal, todos de primer nivel, del país y del extranjero, refirió.
NTX