Destruye helada atípica en Arteaga 90% de cosecha de manzana

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Coahuila.- Entre sus dedos rueda un pequeño fruto que no alcanza el tamaño de una canica. Es el primer brote de la manzana, pero ya está muerto. Rogelio lleva 25 años cultivando la manzana y a pesar de que ha tenido tiempos difíciles, siempre había algo que cosechar, esta vez la naturaleza no tuvo piedad, arrasó con toda la producción.

“Fue la helada, todo está quemado. Ni pa’l pájaro dijo aquél, a ver si de perdido queda una pa’ probarla. Ya no hay solución, ninguna. Todos los patrones han de andar agüita’os”.

Así es como Rogelio trata de exponer la magnitud de la tragedia por la que pasan actualmente los productores de manzana en Artea-ga. La madrugada del domingo seis horas bastaron para acabar con 90% de la producción anual de manzana en este municipio.

La intensa helada registró hasta 8 grados bajo cero. Los tomó desprevenidos, el descenso de la temperatura fue repentino, los pronósticos se equivocaron y la manzana se perdió.

El pueblo mágico se quedará sin Feria de la Manzana, 6 mil personas estarán sin trabajo este año, los productores buscan desesperados un sistema de créditos para sobrevivir este año, donde ya no hay más que preservar los árboles para el año siguiente.

No habrá producto que vender, la pérdida es de más de 200 millones de pesos y las consecuencias son incalculables, el trabajo de todo un año se perdió en menos de seis horas.

Al recorrer la huerta pareciera que los árboles están floreciendo; a simple vista y con una mirada inexperta no se nota el daño, uno esperaría ver las manzanas enegrecidas o las hojas secas cayendo de los árboles que no superan los dos metros de altura.

Pero no es así. El daño es interno, se tiene que cortar el brote que alcanza apenas unos tres centímetros de diámetro, está verde y un aro negro lo circunda. Rogelio lo corta y explica que el fruto ya está muerto, es una pequeña manzana que no alcanzará a madurar, está ya quemada por dentro.

Esta situación se percibe en las ocho hectáreas que abarca la huerta María de Lourdes, en San Antonio de las Alazanas, a un kilómetro del pueblo, las más de 2 mil cajas de manzana que esperaban cosechar este año se han perdido.

Pero la tragedia no sólo afecta a los productores que tienen sus huertas en ese ejido, prácticamente en todos los cañones de la zona serrana de Arteaga se vive la misma situación. En todos los huertos de manzano, ciruelo y chabacano, la producción fue dañada por la helada.

Una helada atípica, en plena primavera, cuando las temperaturas no deben descender más allá de los cero grados, cuando se debiera presentar el clima ideal para la maduración del fruto, cuando comienza la etapa de brote.

Rogelio señala que si bien el frío es de gran beneficio para el manzano, no lo es así un frío como el que se registró la madrugada del domingo. A partir de las 10 de la noche comenzó el descenso, pero lo tomaron como algo normal, el termómetro no marcaba menos de tres grados, para las 6 de la mañana ya estaban a -8 grados, ya no había nada qué hacer, los cultivos ya estaban muertos.

“En mis 25 años como agricultor nunca había pasado esto, las heladas son en diciembre y enero y esas nos benefician porque matan toda la plaga y humedecen la tierra, la dejan preparada, pero una helada en esta temporada fue mala, muy mala para el manzano”.

Según su experiencia como agricultor, Rogelio comentó que los manzanos deben mantenerse a un temperatura de entre los ocho y los cero grados, ni más caliente, ni más frío, pero esta vez la naturaleza asestó un golpe certero.

La helada no dejó nada, más del 90% de la manzana que se produce en Arteaga se perdió. Los cañones afectados fueron San Antonio de las Alazanas, Jamé, Los Lirios, El Tunal, incluso en Mesa de las Tablas, algunos productores también reportaron pérdidas.

El futuro para la producción de manzana en Arteaga es desalentador, aunque los árboles mantengan sus hojas verdes, es cuestión de días para que queden desnudos. Sin fruto no hay cosecha, sin cosecha no hay venta y sin venta no hay presupuesto para mantenerse este año.

Esta vez la naturaleza se ensañó con Arteaga, primero fue una tormenta de granizo que dañó algunas parcelas, días después vino la helada y esta vez sí acabó con todo lo que quedaba. Desde lo alto de la montaña se ven los huertos con sus manzanos cubiertos por la malla que los protege de una granizada, pero no del frío.

No hay hombres trabajando en el descuete, que es desechar aquellos frutos que no estén óptimos para madurar y dejar lugar a aquellos que se convertirán en manzanas grandes. Dentro de unos meses tampoco habrá quien vaya a la pizca y la presentación de la Feria de la Manzana está en entredicho, aún no se sabe si se cancelará.

DEBEN CONTINUAR

Este año se ha perdido ya la producción, es un hecho que no habrá manzanas, pero el trabajo debe continuar. Rogelio señala que se deben preparar los árboles para el año que entra, donde esperan recuperar un poco de todo lo perdido.

“Por ahorita ya no hay que hacer con la manzana, esa ya se perdió, ni una manzana se salvó, no sobró ni una, todo está quemado. Pero debemos seguir trabajando, hay que cuidar los árboles para que den frutos el año que entra”.

Los árboles serán podados una vez que los frutos podridos caigan de los mismos. Luego se rociarán con fertilizante para evitar las plagas y los enfermen, así se mantendrán hasta diciembre cuando los mandan a “dormir”.

Este proceso consiste en fertilizar el árbol mientras que viene la nueva siembre. Cada manzano tarda cuatro años en crecer y tener la madurez para dar frutos. Su tiempo de vida estimado es de hasta 40 años, luego se va secando hasta que muere. Es por ello que a pesar de la helada, se debe dar mantenimiento a los huertos.

Rogelio termina su explicación, desecha el fruto quemado a la tierra, ahí es donde debe estar. Recorre el huerto y su mirada cambia, la tristeza y el coraje se reflejan en su rostro cuando entrecierra los ojos y un montón de arrugas se dibujan en su frente.

Él mismo acepta que está triste. La mañana del domingo se levantó como todos los días a las 7. Esperó a sus compañeros y a las 8 empezaron el recorrido por el huerto, ahí se dieron cuenta de la tragedia.

Luego comenzaron a llegar noticias de las huertas vecinas y de los cañones que están al otro lado de la cordillera, en todos persistía la misma situación, la siembra se había perdido. El trabajo de un año se congeló y se esfumó en menos de seis horas.

BUSCAN APOYO

El secretario de la asociación de productores de manzana de la región, Jorge Valdez Oyervides, sostuvo una reunión con autoridades de la Sagarpa y de la Secretaría de Desarrollo Rural, para determinar las acciones a seguir por esta contingencia que él mismo considera una catástrofe.

“Es el trabajo de más de 6 mil personas que participan en el proceso. Son pérdidas millonarias, el daño va más allá de los 200 millones de pesos”.

El productor de manzana apuntó que están coordinándose con las autoridades de los tres órdenes de Gobierno para establecer un fondo catastrófico, además comenzarán a enviar solicitudes de algún crédito especial, para poder solventar los gastos que tendrán este año como lo es pago de los trabajadores y el mantenimiento de los árboles.

“Estamos viendo la posibilidad de un crédito, porque tenemos que seguir con el trabajo, la diferencia está en que no tendremos producción ni venta con la cual sustentar dichos gastos”.

Señaló que esta es la segunda vez en 50 años que se presenta un fenómeno similar. Fue hace 38 años que una helada también acabó con la cosecha de manzana en la región.

PREPARACIÓN

La semilla del manzano es plantada en zonas donde las temperaturas oscilen entre los 8 y los cero grados centígrados.

El árbol tarda cuatro años en estar listo para dar frutos.

En diciembre y enero comienza la preparación de los huertos para empezar la producción. El clima frío en estos meses ayuda en el control de plagas y fertiliza el suelo con nutrientes que el árbol aprovecha para crecer y dar brotes.

Los primeros brotes surgen entre abril y mayo. A partir de ahí se tendrá que poner especial cuidado en que no se desprenda el fruto antes de madurar.

LOS DAÑOS FUERON PARA LOS PRODUCTORES

La secretaria del Medio Ambiente, Eglantina Canales Gutiérrez, afirmó que la granizada del pasado 11 de abril y la helada de la madrugada del 15, no afectaron a la flora natural de Arteaga, pero sí a los productores de ese municipio.

Canales Gutiérrez afirmó que las heladas y la granizada resultan atípicas, pero se podrían volver más frecuentes por el cambio climático.

“Son fenómenos atípicos que se presentan con cierta regularidad como causa de lo que estamos haciendo con el planeta y todas las cuestiones con los cambios de la atmósfera, y pues los cambios van a ser más recurrentes.

“Nosotros sentimos que es un tema natural y no pasa nada, las pérdidas son en la agricultura”.

Canales Gutiérrez se refirió también a la reforestación de la sierra de Zapalinamé, y dijo que habrá qué esperar la evaluación de la zona, aunque admitió que será difícil hacer una reforestación.

“Tenemos que dedicarnos a conservar el suelo, y a partir de ahí esperar los mecanismos de sucesión natural en el bosque y en el matorral”.

La parte del bosque es muy complejo de restaurar, pero hay que recordar el incendio del 98, el bosque se restauró naturalmente.

OFICINAS VERDES

La secretaria del Medio Ambiente firmó un convenio con el Hospital Universitario y la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) para sumar más oficinas verdes, un programa que el año pasado llegó a contabilizar un total de 104 y que se espera que al final del sexenio se llegue a tener 400 o más.

“Debemos disminuir nuestra huella ambiental a través del uso adecuado del agua, la energía, los insumos y vehículos”.

Dijo que es complicado que la gente se adhiera de manera voluntaria al programa, pero la idea es que se amplíe a escuelas y oficinas.

PÉRDIDAS PODRÍAN SER DE HASTA 500 MDP

La helada extraordinaria, “tardía” como la denominan los productores, que se presentó la noche del sábado y para amanecer el domingo en la sierra de Arteaga, ha dejado perdidas por 500 millones de pesos, según cálculos de la Asociación de Productores Frutícolas y Manzaneros de la Región Sureste de Coahuila.

José Antonio Recio, presidente de ese organismo, dijo: “es muy sencillo, si proyectábamos levantar 2 millones de cajas de manzana, y se vende en un promedio de 250 pesos por caja, pues nada más multiplícale, estamos hablando de 500 millones de pesos, de ese tamaño es la afectación”, explica.

“Y eso sin tomar en cuenta el número de empleos que se contrata en toda la sierra para la recolección y el empaque, con la afectación para todas esas familias que saben que año con año aquí tienen un empleo y un ingreso seguro con nosotros”, dijo el presidente de los manzaneros.

El entrevistado explica que si bien la granizada del miércoles sólo había afectado a la zona de Mesa de las Tablas, “pero había el pronóstico de bajas temperaturas para la noche del sábado, y se cumplió porque para las 10 de la noche, aquí en Los Lirios, ya estábamos a tres bajo cero…”.

“Prendimos lumbre, le hicimos mucho la lucha…”.“

Productor manzanero de toda la vida, don José Antonio ha luchado contra heladas tardías y ha sacado su huerta adelante, pero ahora fue mucho más dura, más larga, fueron muchas horas de hielo. “Prendimos lumbre (los calentadores) en las huertas, para contrarrestar el frío, pero fue muy duro, porque para las 4 o 5 de la mañana ya estaba en 8.4 grados bajo cero, fue muy largo, se nos acabó el combustible.

“Le hicimos mucho la lucha, pero el frío levantó hasta que salió el sol, pero para entonces el daño estaba hecho, ya se había perdido el 100% de la cosecha, ya estaba todo hecho hielo; Es muy triste ver como se en unas horas se fue el trabajo, el esfuerzo, y la inversión de todo el año”, afirma don José Antonio.

La afectación fue de 80 y 90% en todas las zonas, en todos los cañones de la sierra de Arteaga, que no escaparon a esta “helada tardía”, que “aquella que nos pegó también el 14 de abril de 1980, también un día 14 y que esa ocasión igual que ahora, se quemó todo”, recuerda don José Antonio.

Ayer mismo se reunieron productores con el delegado de Sagarpa en Coahuila, Jorge Flores Berrueto, hoy harán lo propio con el gobernador Miguel Ángel Riquelme, buscando encontrar apoyo y respaldo oficial, cuando menos para cumplir con parte de los compromisos contraídos, porque para ver otra vez utilidades, tendrán que esperar otro año, y esperar que la naturaleza sea más benigna y no se lleve en unas horas el trabajo de todo un año.

“¿Qué le vamos a hacer?”, dice José Antonio Recio, si quien nos mandó esto, como decía la abuela, “es quien todo lo puede”.

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