Guanajuato.- Las semillas piratas se consiguen a un menor precio que las certificadas, pero entre las consecuencias de su uso está la disminución del rendimiento, advirtió Enriqueta Molina, experta en variedades vegetales de la firma Santamarina y Steta.
Aunque depende del tipo de cultivo, el uso de semillas piratas pueden disminuir en por lo menos 30 por ciento el rendimiento del volumen que se obtiene de una cosecha, destacó Molina.
Una de las principales razones por las que se adquieren las semillas piratas es porque son más baratas que las certificadas.
Por ejemplo, un kilo de semillas certificadas de trigo cuesta entre 7 y 8.5 pesos, pero las piratas valen entre 4.5 y 5 pesos, lo cual alienta sus compras, refirió Molina.
Pero estos insumos ilegales no tienen la misma calidad, por lo que se consigue un menor valor por la cosecha y, debido a las deficiencias que generan durante el crecimiento de los cultivos, se suele recurrir a un mayor número de mano de obra y maquinaria, lo cual incrementa los costos de producción.
La gente que comercializa las semillas piratas suelen reutilizar los granos que consiguieron de una cosecha anterior y los ofrecen como semillas certificadas.
“Lo que hacen los piratas es que este grano pues simplemente le adicionan algún colorante para que dé la impresión de que se trata de semilla y además para enmascarar algunas características de que no tiene una calidad física mostrada”, detalló Molina.
Al año, la industria semillera registra una pérdida de entre 80 millones y 100 millones de dólares, debido a la venta de las que no son certificadas, informó.
Comentó que en el País es el mercado de flores donde más casos de piratería se registran, los más destacados son los de las rosas y crisantemos.
El uso de semillas piratas también es riesgoso porque se pueden introducir plagas y enfermedades en las zonas donde se usen, como ocurrió en el noroeste del País en el garbanzo y recientemente en Michoacán con casos de cosecha de fresa, destacó Molina.
AM
