Para el ciclo que recién inicia, los productores en el municipio de Poanas esperan que la temporada de lluvias permita abarcar el 100 por ciento de la superficie que se siembra de temporal en la región.
El alcalde, Gerardo Gutiérrez Cervantes, explicó que en los días anteriores hubo una pequeña calma que alertó a los productores debido a los tiempos de crecimiento de las plantas.
Detalló que, en cuanto a cultivos, los productores seguirán centrándose en los tradicionales, como frijol, avena forrajera y chile.
En días anteriores, mencionó, se entregaron 50 toneladas de semilla de frijol y otras 50 toneladas de semilla de avena.
En ambos casos la entrega fue subsidiada en un 100 por ciento con la colaboración del Gobierno del Estado y la participación del Municipio, a través de su Dirección de Desarrollo Social, señaló.
Sobre los esquemas de reconversión productiva, el Alcalde enfatizó que se trata casi siempre de un cambio temporal que se centra en los mismos cultivos.
Es decir, un año se siembra frijol, al siguiente se tira avena, el próximo se cosecha trigo y después se regresa al frijol, apuntó.
Destacó que con “otros cultivos que no son de la región la gente no se arriesga”.
A nivel estatal, Durango ha apostado por la siembra de cultivos alternativos; no obstante, han sido pocos los casos de éxito a este respecto.
Uno de los cultivos que ha cobrado mayor relevancia en los últimos años es el de la cebada maltera, esto gracias a que una empresa cervecera ha establecido un modelo de agricultura por contrato para con los productores.
En 2017, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR) tuvo un registro de seis mil 994 hectáreas sembradas con cebada.
Esto involucró a cuatro mil 485 productores en la entidad.
A pesar de ello, la dependencia, a través del subsecretario de Agricultura, Arturo Herrera Quiñones, ha reconocido que en Durango aún no es posible hablar de cultivos alternativos que se hayan consolidado.
Aun así se ha buscado que los productores apuesten por cultivos como el espárrago, el girasol o incluso las frutas, como una forma de bajar el nivel de presión que se genera en el precio del maíz y el frijol.
El Siglo de Durango
