Con la práctica de Agricultura de Conservación y el uso de variedades de maíz adecuadas, así como el arreglo del suelo con material orgánico que permite un mejor aprovechamiento del agua, se lograron mayores rendimientos y ganancias en la producción y se aumentó el carbono orgánico del suelo.
Lo anterior lo informó la plataforma de investigación MasAgro, en la revista científica Agronomy; en la publicación se explicitan los beneficios de la Agricultura de Conservación al ámbito agrícola nacional.
Además de que ofrecen un impacto científico en el mundo, pues las condiciones en las tierras altas mexicanas, son representativas de las tierras altas tropicales, incluso en suelos con mala calidad.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) destacaron lo anterior, con base en un estudio realizado por científicos en la plataforma Soledad de Graciano Sánchez, en San Luis Potosí, uno de los espacios de investigación de MasAgro.
La investigación “La Agricultura de Conservación mejora el rendimiento a largo plazo y la calidad del suelo en la rotación de avena y maíz con irrigación”, arrrojó resultados relevantes, informó la Sader.
En el texto se detalla que México se genera un impacto científico en el mundo, a través de la investigación que promueve MasAgro, y que investigadores del Centro y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) han desarrollado un estudio sobre Agricultura de Conservación con resultados que podrían extenderse a otras regiones.
En el artículo, los investigadores del CIMMYT y el INIFAP describen cómo los rendimientos aumentaron con la Agricultura de Conservación bajo condiciones de riego, incluso en suelos de mala calidad.
Los especialistas Simon Fonteyne, Miguel Ángel Martínez, Abel Saldivia y Nele Verhulst, quienes realizaron la investigación, destacaron que la Agricultura de Conservación se ha implementado sobre todo, en condiciones de temporal, pues ayuda a capturar y retener la humedad, pues se consideraba improbable que en condiciones de riego mejoraran los rendimientos.
