Seguridad alimentaria enfrenta panorama sombrío FAO

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El clima extremo, las langostas del desierto y el coronavirus (COVID-19) podrían generar inseguridad alimentaria aguda, por lo que se necesitan acciones coherentes, afirmó el director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Qu Dongyu.

“Necesitamos prevención, ya que las previsiones para la seguridad alimentaria en 2020 parecen sombrías”, afirmó en referencia al Informe Global sobre Crisis Alimentarias, que fue presentado por la Unión Europea (UE), la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

De acuerdo con ese informe, incluso antes de la pandemia, 135 millones de personas en 55 países ya estaban atrapadas en situaciones de crisis alimentaria.

El directivo manifestó su preocupación por la situación en Sudán del Sur, donde se espera que más de la mitad de la población enfrente inseguridad alimentaria, mientras en Yemen, se espera que la cantidad de personas afectadas supere los 17 millones en este año.

“La experiencia de la FAO muestra que las intervenciones que apoyan los medios de vida y la seguridad alimentaria contribuyen a la paz local y a procesos de paz más amplios, por lo que hay que abordar no solo los síntomas sino también las causas profundas del conflicto”, puntualizó.

Ejemplificó que en Sahel, zona en el norte de África, 12 millones de personas experimentaron inseguridad alimentaria aguda en 2019, y este número podría aumentar a 17 millones.

“Estamos comprometidos a estar a la altura de este desafío y hemos movilizado a nuestras organizaciones de formas que no se ven desde la fundación de la ONU”, aseveró.

Que apuntó que la FAO apoyará al Consejo de Seguridad proporcionando “consultas profesionales con información actualizada y análisis sobre seguridad alimentaria en contextos de conflicto para facilitar la acción oportuna y evitar las crisis alimentarias”.

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