El pez pargo es un uno de los principales productos de nuestro país. Se establece en el Atlántico desde las islas británicas, hasta el sur de Argentina, México y Estados Unidos.
Es un pez que se aloja en zonas subtropicales ya sea a poca profundidad o en los fondos marinos, aunque también puede ser criado en cultivo de engorda. Su color rojo suave con una aleta dorsal característica en forma de picos, tiene dientes cortos pequeños y afilados; en su edad adulta llegan a alcanzar hasta 80 cm de longitud y 4 kg, con un promedio de vida de hasta 23.3 años.
Son 17 estados en México donde su cultiva pez pargo: Yucatán, Veracruz, Tamaulipas, tabasco, Sonora, Sinaloa, Quintana Roo, Oaxaca, Nayarit, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Colima, Chiapas, Campeche, Baja California Sur y Baja California.
De igual manera, las zonas de cultivo se encuentran en zonas costeras protegidas, sin influencia de aporte fluvial o descargas antropogénicas, con no menos de 10 m de profundidad y corrientes constantes, con esto se garantiza un apego riguroso a las buenas prácticas sanitarias que permiten prevenir y controlar las enfermedades, garantizar la salud de los individuos en cultivo.
Este pez se puede comercializar entero fresco, eviscerado, enhielado o congelado y se cotiza desde $50.00 a $90.00 kg.
La carne del pescado pargo es considerada una de las carnes más saludables para el consumo humano, ya que contiene grandes cantidades de omega 3, vitaminas A, B12, potasio y selenio, además de que su alto contenido de proteínas, son una importante fuente de energía para el organismo.