Investigadores mexicanos buscan mejorar las características del frijol

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México es una de las principales regiones de origen, domesticación y diversificación de plantas de importancia agrícola mundial como el frijol común (Phaseolus vugaris L.).

Nuestro país constituye un sitio trascendente para ampliar el conocimiento de los sistemas de conservación de esta leguminosa.

De acuerdo con un comunicado, por su trascendencia económica y social, es un producto estratégico en el desarrollo rural de la nación, pues ocupa el segundo lugar en superficie sembrada y representa, además, la segunda actividad agrícola más importante en el territorio por el número de productores dedicados a su cultivo.

Rosa Navarrete Maya, especialista de la Unidad de Investigación en Granos y Semillas (Unigras) de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, realiza estudios de patología vegetal encaminados a determinar variedades resistentes a enfermedades, como parte del proyecto “Desarrollo de variedades de frijol de alto rendimiento, tolerantes a sequía, resistentes a patógenos y con la calidad que demanda el consumidor”.

Es este proyecto, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el que participan la UNAM, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), entre otras instituciones, Navarrete Maya colabora en el estudio para generar variedades mejoradas y de calidad comercial.

Experta en fitopatología de esa especie y reconocida autoridad en la patología de semillas en México, la universitaria explicó que su responsabilidad es evaluar la presencia de diferentes patógenos, hongos o bacterias asociados.

“Nos hemos enfocado en dos bacterias ligadas a esta leguminosa, la causante del tizón de halo (Pseudomonas syringae pv. phaseolicola) y la del tizón común (Xanthomonas campestris pv. phaseoli), que han coevolucionado con el frijol. La mayoría de las bacterias fitopatógenas se transmite a partir de semillas”.

Múltiples variedades

El estudio partió de 55 variedades mejoradas, producidas en diferentes estados del país, proporcionadas por el INIFAP, semillas que fueron sembradas –en medios especiales– para determinar si contenían hongos o bacterias.

En el Laboratorio de Patología de la Unigras se realizaron pruebas de sanidad y germinación. “Junto con un grupo de estudiantes desarrollamos las técnicas para analizar si las semillas venían limpias o tenían bacterias, lamentablemente la generalidad salió positiva a bacterias”.

Además, las 55 variedades se cultivaron en un invernadero y se inocularon por separado con cada una de las bacterias mencionadas, bajo condiciones favorables para el desarrollo de las enfermedades. Lo anterior con la finalidad de simular las condiciones en campo y verificar su tolerancia o resistencia a los tizones. Posteriormente, las mejores variedades se utilizaron como progenitores élite para la generación de nuevas variedades, actividad que desempeñan los mejoradores de INIFAP.

La investigación es relevante, pues se movilizan simientes de una región a otra.“La importancia de evaluar su calidad es para evitar que lleven patógenos a otros sitios, es una parte fundamental porque de ahí surgirán plantas sanas o enfermas”. Se sabe que una semilla infectada en 10 mil es suficiente para iniciar una epidemia si existen las condiciones ambientales favorables y plantas susceptibles.

Lamentablemente estos patógenos también atacan especies que no sonPhaseolus vulgaris (frijol común), “lo hemos encontrado en Phaseolus coccineus (ayocote), aunque en menor medida, así como en P. lunatus(frijol Comba) y en Phaseolus acutifolius Gray (frijol Tepari)”.

La universitaria indicó que Pseudomonas syringae pv. phaseolicolaocasiona pérdidas de consideración al atacar los cultivos en algunas zonas de México. La ineficacia del control de esta enfermedad a través de medios químicos hace necesario obtener variedades resistentes.

En la actualidad, abundó, se habla de nuevas razas de esa bacteria en el mundo, por lo que Navarrete Maya, junto con sus colaboradores, realiza pruebas para detectar las que están presentes en México.

Antes se tenía la idea de contar con una variedad que se pudiera sembrar desde Tijuana hasta Chiapas, pero en realidad México es tan grande y con tantos microclimas y ambientes, que no puede ser así.

El objetivo es contar con variedades que puedan recomendarse para sitios específicos y que se obtengan cosechas de calidad, acordes a las exigencias de productores y consumidores.

Por otra parte, la universitaria dijo que muchas variedades de frijol han acumulado sustancias nutracéuticas, es decir, se les considera un superalimento por las cualidades nutricionales intrínsecas que posee, pero también porque algunas tienen alta capacidad de proteger contra cáncer de colon.

No obstante, hemos perdido la costumbre de consumir esta leguminosa, “una de las principales fuentes de proteína que en combinación con la tortilla nos proporciona nutrimentos esenciales”.

Es necesario hacer una serie de cambios en nuestra dieta, el frijol es un cultivo noble que aporta proteínas, vitaminas y minerales, lo podemos consumir en vaina tierna (ejotes) o como semilla, incluso en algunas regiones del país se preparan dulces a partir de él.

Qadratin

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