Aplican tecnología en la nube que permite el desarrollo de un cultivo inteligente

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Las firmas tecnológicas japonesas están aplicando su experiencia en el ahorro de energía y en la tecnología en la nube para ayudar a los agricultores a lidiar con los cambios en el clima, las importaciones más baratas y la disminución de la mano de obra. Panasonic, Fujitsu y otras, buscando una oportunidad en un nicho de mercado para compensar la caída en la demanda de electrónica de consumo, están trabajando en invernaderos automáticos y campos controlados por sensores que aseguren condiciones constantes para producir verduras de alta calidad durante todo el año.

Fujitsu dice que su sistema agrícola en la nube (‘Akisai’) supone que los usuarios pueden sentarse detrás de un escritorio en Tokio, o incluso en Nueva York, mientras cultivan verduras en Shizuoka, utilizando una tableta para controlar aspersores, ventiladores y calefactores en respuesta a los cambios en la temperatura y la humedad detectados por los sensores en campos o invernaderos. Las compañías también están convirtiendo fábricas en campos de cultivo: Toshiba comenzará a cultivar en una antigua planta de disquetes cerca de Tokio, mientras que Panasonic está cultivando rábanos y lechugas dentro de una fábrica de Singapur, y Sharp Corp probando a cultivar fresas en interior, en Dubai.

Este impulso tecnológico en la agricultura viene apoyado por el gobierno del primer ministro Shinzo Abe, que está promoviendo sensores y robots para mejorar la producción y exportación agrícola, esencial si Japón acepta tarifas agrícolas más bajas en el acuerdo de libre comercio de la Asociación Transpacífica. La demanda interna de sistemas agrícolas que utilicen tecnologías de la información y en la nube se espera que se multiplique por nueve hasta los 60.000 millones de yenes (unos 40.000 millones de euros) en 2020, según la firma de investigación de mercado Seed Planning, en un momento en el que los agricultores están preocupados por el impacto del cambio climático en sus cultivos.

El verano del año pasado en Japón fue el más caluroso registrado, con temperaturas en Tokio alcanzando los 35 grados centígrados durante toda una semana a principios de agosto. “Durante los últimos 4-5 años, el precio de las verduras ha subido cada año por el calor”, dice Takayoshi Tanizawa, director del proyecto de invernaderos de Panasonic. “Los agricultores están en apuros porque ya no pueden cultivar verduras en verano. Dicen que nunca han experimentado este calor antes. También hay muchos episodios de fuertes lluvias. El tiempo inusual se está convirtiendo cada vez en algo más ‘normal'”.

La Vanguardia

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