Aunque en México el uso de semillas transgénicas sólo está autorizado para el cultivo de la soya y el algodón, y está prohibido para sembrar maíz y frijol, lo cierto es que el país realiza la importación de estos granos, en donde el 30 por ciento son transgénicos, traídos de otros países como Estados Unidos.
José Miguel Mulet, especialista en biotecnología agrícola y particularmente en alimentos transgénicos pone en duda la política restrictiva que aplica el Gobierno mexicano de prohibir su uso en granos para el consumo humano, dado que por un lado señala que no se permite su uso en la siembra en tierras mexicanas, pero por otra parte realiza importantes importaciones de granos que son transgénicos.
“El Gobierno por una parte prohíbe el uso de semillas modificadas genéticamente para la siembra de maíz y frijol, pero permite la su entrada de otros países para consumo”.
El también catedrático de la Universidad de Valencia en España mencionó que el uso de semilla transgénica es común en países como Estados Unidos, China, Brasil, Argentina e India, por lo que los niveles de producción se han elevado a tal grado que les permite realizar exportaciones de maíz y frijol, entre otros cultivos a naciones como México.
Mencionó que en Europa y Sudáfrica su uso también está permitido, por lo que cuestiona si son o no ciertos los daños que causan a la salud del ser humano hechos por grupos de ambientalistas.
Refirió que el 30 por ciento de los granos que se importan por parte de México son transgénicos, particularmente los que se traen de la Unión Americana en el caso del maíz.
Cuestionó la labor hecha por grupos ambientalistas en el mundo al no dar datos convincentes sobre los daños a la salud que trae su consumo en las personas.
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José Miguel Mulet refirió que se han dado avances al permitir el uso de granos transgénicos en el caso de la soya y el algodón, lo cual ha permitido en el último caso salvar la producción ante la llegada de plagas.
El científico dijo que los políticos deberían poner mayor atención a quienes viven de la agricultura y conocer los alcances en productividad ante la llegada de plagas.
Las cifras que maneja es que de los cuatro principales cultivos en donde ya se usan semillas transgénicas son: soya en donde el 80 por ciento están modificados genéticamente, un 40 por ciento en canola, un 60 por ciento en algodón y 30 por ciento en maíz.
Mencionó que mientras en México no se dan avances en esta materia, en EU se dan pasos acelerados y venden la producción de granos a otros países.
Refirió que desde hace 20 años se usan las semillas modificadas genéticamente en el mundo y a la fecha no hay hechos documentados sobre los daños que causan a la salud, pero lo que se ha comprobado es que permite elevar la rentabilidad de los agricultores al usarlo.
Mientras que España es un productor importante de maíz transgénico, en América lo es EU y Brasil, pero en frijol este último.
La resistencia que tienen las semillas a plagas e insectos es en un 100 por ciento, afirmó el especialista.
MARCO REGULATORIO EN PAÍSES PRODUCTORES
De acuerdo al portal www.chilebio.cl cada país que ha implementado el uso de los cultivos transgénicos se ha encargado de crear un marco regulatorio que establece las reglas y la institucionalidad a cargo. En el caso de EU, la FDA (Food and Drug Administration), el USDA (Departamento de Agricultura) y la EPA (Agencia de Protección Ambiental) no aprueban productos transgénicos hasta que se demuestre que son inocuos para el consumo humano y para el medio ambiente. Hoy en ese país hay 177 eventos transgénicos con aprobaciones para consumo humano, de los cuales 148 también tienen aprobación para ser liberados al medio ambiente, distintos tipos de aprobaciones (no necesariamente comerciales) y más de 66 millones de hectáreas con cultivos transgénicos.
En el caso de la Unión Europea (UE), la Comisión Europea ha declarado que los cultivos transgénicos no representan más riesgo para las personas y el medio ambiente que cualquier otro cultivo, y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha aprobado 46 eventos transgénicos para consumo humano y 2 eventos para su producción agrícola. En este contexto, en 2012 el cultivo en España de maíz transgénico resistente a insectos (maíz Bt), alcanzó el récord histórico de adopción con 116.307 hectáreas, representando el 30% del total de maíz grano sembrado en ese país. Otros países de la Unión Europea que utilizan cultivos transgénicos son Portugal, República Checa, Eslovaquia y Rumania.
Por su parte, Sudáfrica, país referente de la economía de África, en 2012 alcanzó 2,9 millones de hectáreas de maíz, soja y algodón transgénicos. Burkina Faso, Sudán y Egipto también utilizan está tecnología en sus campos, contribuyendo a que en el 2012 el continente africano haya aumentado un 26% las hectáreas destinadas a cultivos transgénicos con respecto al 2011.
En Asia países como India (10.8 millones de hectáreas de algodón transgénico), China (4 millones de hectáreas de algodón y álamo transgénicos), Pakistán (2.8 millones de hectáreas de algodón transgénico) y Filipinas (0.8 millones de hectáreas de maíz transgénico) lideran la producción de cultivos biotecnológicos. Hay que destacar el rol de China e India en relación a la biotecnología agrícola, donde instituciones estatales financiadas con fondos públicos están desarrollando nuevos cultivos transgénicos para satisfacer las necesidades de su propia agricultura. En el caso de India, tienen la ambiciosa meta para el año 2020 de duplicar la producción agrícola utilizando la biotecnología como herramienta fundamental.
En Brasil, país que cuenta con 36,6 millones de hectáreas de cultivos transgénicos de maíz, soja y algodón, la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) aprobó recientemente la liberación para el cultivo comercial de un poroto transgénico resistente al virus del mosaico dorado, el peor enemigo del cultivo en Brasil y América del Sur. Desarrollado por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), la que es equivalente al Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Chile (INIA), este poroto es el primer cultivo transgénico totalmente producido por instituciones de investigación pública. Con esta aprobación Brasil ya cuenta con 36 eventos transgénicos aprobados para su comercialización y es el segundo productor mundial de transgénicos tras EU. En Argentina, donde hay casi 24 millones de hectáreas de cultivos transgénicos de maíz, soja y algodón, en 2012 el Ministerio de Agricultura autorizó nuevos eventos de sojas y maíces. Así, Argentina se ha posicionado como el tercer productor mundial de cultivos biotecnológicos.
Llegan a México
Palomo Rodríguez, investigador del Inifab Campo Experimental de la Laguna, refirió que los granos transgénicos llegaron al país en 1997 y tienen el propósito de contrarrestar el impacto de las plagas en cultivos, como es el gusano rosado o bellotero. Indicó que actualmente México realiza importaciones de algodón para atender las necesidades del mercado interno. Mencionó que el uso de este tipo de semillas en granos como el maíz y frijol ha causado controversia en México, pero que deben darse mayores investigaciones para ver las ventajas o no de su aplicación en cultivos en el país. sobre todo si los granos que se comen son de importación y son transgénicos.
Crece la siembra a nivel internacional
Según el informe del ISAAA (Servicio para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas), en 2012 se sembraron en todo el mundo 170.3 millones de hectáreas con cultivos transgénicos, un 6% (10 millones de hectáreas) más que en 2011 ). Los 1.7 millones de hectáreas de 1996 se han multiplicado por 100, hasta alcanzar los 170 millones actuales, dato que convierte a los cultivos transgénicos en la tecnología que más rápida aceptación ha encontrado en la historia de la agricultura moderna. A nivel global, las 170 millones de hectáreas de cultivos transgénicos representan un 11% de las 1,500 millones de hectáreas destinadas para siembra de cultivos.
Los cultivos transgénicos disponibles comercialmente correspondieron sólo a: maíz (resistente a insectos y/o tolerante a herbicida), soya (resistente a insectos y/o tolerante a herbicida), algodón (resistente a insectos), canola (tolerante a herbicida), remolacha azucarera (tolerante a herbicida), alfalfa (tolerante a herbicida), papaya de Hawaii (resistente a virus) y zapallo italiano (resistente a virus). Hay que destacar que el 99% de las 170 millones de hectáreas de cultivos transgénicos que hubo en 2012 correspondió sólo a cultivos de maíz, soya, algodón y canola.
Inifab relata su experiencia en la región
Palomo Rodríguez, investigados del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifab) Campo Experimental de La Laguna, comentó que el tema de las semillas transgénicas es hoy en día algo controversial, sobre todo porque las investigaciones no han arrojado grandes evidencias científicas que muestren graves daños a la salud del ser humano.
Dijo que existen países de América Latina como Uruguay en donde se produce soya transgénica y se exportan grandes volúmenes a otras naciones.
Comentó el especialista que su experiencia más cercana sobre el tema es con el algodón y se tiene una visión diferente debido a que no es comestible, pero que ha mostrado en la zona buenos rendimientos en producción en hectáreas de cultivo.
“La semilla del algodón cuenta con genes con tecnología de vanguardia que permiten mejores rendimientos en producción”.
Precisó que en México se tienen más de 20 años trabajando con semillas de algodón modificadas genéticamente gracias a un gran esfuerzo en el uso de tecnología de vanguardia.
Citó Palomo Rodríguez que en Chihuahua, Baja California y Sonora se tienen buenas experiencias, logrando en La Laguna altos rendimientos, del orden de tres toneladas de algodón hueso en los últimos 15 años.
El Siglo de Torreón