La Noche de Rábanos está cerca y también la cosecha de unas 12 toneladas del tubérculo de dos variedades, cultivadas en una extensión de siete mil metros cuadrados en el campo experimental de “El Tequio”, ubicado en este municipio conurbado.
“Está asegurada la tradicional fiesta de Oaxaca”, afirmó el encargado del área agroforestal de la Comisión Estatal Forestal (CEF), Félix Ortega Ramos.
El ingeniero agrónomo expuso que la superficie se empezó a preparar desde agosto pasado, con el trabajo de barbecho, rastra, trazo y nivelación, y surcado, para finalmente hacer la siembra de las dos variedades, el Bartender y el Champion.
DIVERSAS VARIEDADES
Explicó que la primera siembra de la variedad Bartender, rábano grande, se hizo el 20 de septiembre pasado, para un ciclo de 90 días; la segunda, también de Bartender, rábano mediano, el 6 de octubre y en un ciclo de 60 días; la tercera, igualmente de Bartender, el 26 de octubre, y la última, el 12 de noviembre, de la variedad Champion, con un ciclo de 40 días.
“De lo que se trata, es que los artesanos tengan rábanos de diferentes tamaños”, señaló.
Precisó que la siembra se hizo en surcos separados de 70 centímetros de ancho y una distancia entre planta y planta de 30 centímetros, especialmente de la variedad Bartender, pues de la variedad Champion se realiza a chorrillo.
CUIDANDO SU DESARROLLO
Después, cuando las plántulas alcanzaron unos 10 centímetros de altura, se realizaron las escaras y los aporques, a fin de aflojar el terreno y asegurar una buena aireación y así un mejor aprovechamiento del agua de lluvia, promoviendo el desarrollo del sistema radicular, señaló.
Detalló que también se efectuó el deshierbe utilizando la rastra en los surcos en el caso de la variedad Bartender y con el azadón en los bordos, para mantener limpio de malezas el cultivo y evitar competencia de nutrientes.
“Es una cuestión laboriosa; de mucho seguimiento”, indicó.
ENTREGA DE CALIDAD
Destacó que la CEF cumple así su compromiso de entregar rábanos de buena calidad y suficiente a los 120 hortelanos y artesanos participantes este año en la 117 edición de la Noche de Rábanos.
“Desde hace 22 años se ha cumplido; siempre se ha entregado rábano de diferente tamaño y de gran calidad”, reiteró.
Ortega Ramos dijo que el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez aportó los recursos financieros para el pago de insumos y la mano de obra, mientras la CEF dispuso el área de cultivo, la asistencia técnica, la maquinaria y el riego necesario.
La cosecha de los rábanos para los participantes en la categoría adulto se efectuará el próximo sábado y dos días después, para quienes participarán en la categoría infantil.
El rábano
Es una planta crucífera, perteneciente al género Raplamix L, cuya gruesa raíz carnosa es comestible, la cual adquiere diferentes formas: redonda, semialargada y ovoide. En su variedad de color puede ser blanco, rojizo, amarillento o rosado.
Método de siembra
La siembra se lleva a cabo en surcos separados a 70 centímetros de ancho y la distancia entre planta y planta, en relación a la variedad Bartender, es de 30 centímetros, mientras la variedad Champion se realiza a chorrillo.
Escardas y aporques: Se afloja el terreno para asegurar una buena aireación.
Aclareo: Se realiza 15 días después de que la planta haya emergido para que logren un buen desarrollo.
Fertilización: Se aplica urea al 46 por ciento y sulfato de amonio al 20.5 por ciento al inicio de su desarrollo vegetativo. Posteriormente, al mes de plantado se realiza la segunda aplicación con 17-17-17 y 18 46-00, con la finalidad primordial de proporcionar a la planta de nutrientes necesarios para un excelente desarrollo de la hortaliza.
Aplicación de agroquímicos: Se hacen aplicaciones foliares, así como fungicidas e insecticidas en periodos quincenales para lograr un control fitosanitario en el cultivo, debido a que es susceptible a enfermedades originadas por exceso de humedad.
Ciclos de cultivo: En la variedad Bartender largo, su ciclo es de 90 días; para el Bartender mediano de 60 y de 40 días para el Champion.
La Noche de Rábanos, la tradicional fiesta de Oaxaca que cumple 112 años este 2009, está cerca y también la cosecha de unas 10 toneladas del tubérculo de tres variedades cultivado en una extensión de cinco mil metros cuadrados del campo experimental de “El Tequio”, ubicado en el municipio conurbado de Santa Cruz Xoxocotlán.
La Noche de Rábanos
En la muestra, que se realiza cada 23 de diciembre en el zócalo frente al antiguo Palacio de Gobierno, los hortelanos y floricultores exponen el talento artístico de sus manos con diseños especiales realizados con la planta.
La exhibición congrega a miles de espectadores, entre habitantes y visitantes nacionales y extranjeros, para admirar la creatividad.
Hasta hace pocos años, los horticultores que participaban en el certamen, sembraban de manera particular los rábanos, pero en la actualidad se realiza en el campo experimental de “El Tequio”, perteneciente a la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER), a través de un convenio entre esa dependencia de la administración estatal y el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, porque el concurso es convocado por la autoridad municipal.
Según algunos historiadores, los frailes dominicos fueron los que enseñaron el cultivo de las flores y de las hortalizas, algunas traídas de España, a los indígenas zapotecos y mixtecos que servían en las casas de los vecinos.
A ellos se les concedió por mandato del Virrey Luis de Velasco, el 7 de julio de 1563, las tierras cercanas a las haciendas de La Noria y Cinco Señores, fundándose así el pueblo de Trinidad de las Huertas o de Las Naborías. Fue en este lugar que se agruparon todos los agricultores dedicados a la horticultura y floricultura.
Sobre el origen, diversas versiones coinciden que la costumbre de los rábanos y sus diseños originales tienen su arraigo en el mercado de la Vigilia de Navidad que se realizaba precisamente cada 23 de diciembre.
La usanza antigua de los oaxaqueños era la de asistir a las calendas y a la Misa de Gallo. La cena de Navidad surgió mucho después. Los comerciantes llevaban a vender en la Plaza de Armas de la Vieja Antequera el pescado seco salado, imprescindible en las comidas de vigilia, además de las verduras necesarias para complementar el menú, mientras que los hortelanos de la Trinidad de las Huertas llevaban sus verduras.
Para hacer más atractivos sus puestos, los hortelanos empezaron a crear figuras con los rábanos, adornándolos con hojitas de coliflor y florecitas hechas de cebollas tiernas. Colocaban rábanos, lechugas, nabos, cebollas, etcétera, todo de manera artística, sin olvidar los canastos de flores, que eran cultivadas con esmero.
Este hábito fue arraigándose más y más con el paso de tiempo, llegando a un punto que las amas de casa buscaban estas figuras para adornar sus mesas.
De acuerdo con el libro “Noche de Rábanos” escrito por Alejandro Méndez Aquino, se tiene conocimiento que el 23 de diciembre de 1897, el entonces presidente municipal Francisco Vasconcelos Flores, organizó la primera exposición en la que participaron los horticultores, exponiendo sus inigualables y curiosas creaciones con rábanos en forma de representaciones navideñas, personas, animales, danzas y otro tipo de escenas que les dictaba la imaginación. Esa muestra se celebró en la Plaza del Marqués o la Plaza de las Armas, hoy Zócalo o Plaza de la Constitución. Después del primer concurso de floricultura, se hizo costumbre que se celebre año con año.
Las obras que los hortelanos y floricultores presentan son inspiradas en motivos acordes a la temporada navideña: como el Nacimiento, la Llegada de los Tres Reyes Magos, las Tradiciones Oaxaqueñas, como la Festividad de la Virgen de la Soledad, Día de Muertos, trajes típicos del Estado, Calenda y bailes, etcétera.
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