El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) (España) ha presentado una tesis en la que se demuestra que a través de 21 genes se puede incrementar la resistencia del maíz a las principales plagas que afectan a su cultivo.
La investigación, divulgada por este organismo, se centró en erradicar el daño que el insecto llamado taladro mediterráneo ocasiona en la planta, a través de sus larvas, que al introducirse en el tronco de la misma, ocasionan su debilitamiento y pueden llegar a causar su muerte.
Los métodos más utilizados hasta el momento para el tratamiento de estos problemas eran los químicos, así como insecticidas o la rotación de cultivos. Esta investigación propone atacar las plagas a través de modificaciones genéticas en la propia planta, haciéndola más resistente mediante la variedad genética natural.
Los resultados de la investigación concluyeron con la detección de 25 marcadores con efectos significativos en la resistencia de la planta frente a las plagas. Tras afinar la iniciativa, se detectaron 21 genes concretos que codifican las proteínas que intervienen en la resistencia ante el ataque del taladro.
El maíz se considera uno de los principales cultivos para la producción de alimentos y la generación de energía a nivel mundial. Esta producción resulta perjudicada principalmente por plagas de insectos e hierbas malignas y el 7% de la pérdida de la producción se ve afectada por el insecto anteriormente citado, el taladro.
El especialista Fernando Samayoa López, ingeniero agrónomo y autor de la investigación en la Misión Biológica de Galicia, contó en la investigación con la colaboración de la directora de la Misión Rosa Ana Malvar Pintos y Ana Butrón Gómez, científica del CSIC.
Esta tesis entra dentro del marco de los proyectos destinados a la “mejora genética de la resistencia del maíz a los taladros“, una propuesta que contó con la financiación del Ministerio de Economía y Competitividad, además de otras instituciones extranjeras como la Universidad del Estado de Carolina del Norte.
EFE
