Investigadores, técnicos y agricultores del Distrito de Riego Número 14 Río Colorado buscan en la agricultura biotecnológica y natural, las respuestas para una actividad menos cara y más sustentable hacia el ambiente.
Durante años, los productores del campo se acostumbraron al manejo de agroquímicos, pero con la necesidad de abaratar costos ahora voltean la mirada hacia respuestas que pueden tener una elaboración local.
Desde 2014, el presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal, Juan Armenta Magaña, pidió a los horticultores poner atención al control biológico de la plaga de mosquita, que en esta región tiene presencia anual en varios tipos cultivos.
“Ha demostrado ser altamente eficaz contra la mosquita blanca, el uso de depredadores naturales como la Chrysopa (insecto) que pudo controlar la infesta que se vino en algodón a principio de los 90”, planteó.
El titular de dicho organismo ciudadanizado, dependiente de la Sagarpa, indicó que también está contemplado como un controlador de plagas el insecto Trichogramma, que se ha proporcionado a los productores.
Afirmó que la Junta Local de Sanidad Vegetal actúa como intermediaria para poner al alcance de los horticultores estos dos agentes de control biológico contra la mosquita blanca, que de no tener un enemigo natural acaban con las plantas de cultivo.
De acuerdo con el manual de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), poblaciones de esos depredadores se liberan en las parcelas, donde se comen a las larvas, ninfas y adultos de las plagas.
Dicho control natural de los insectos no deseados tiene varias ventajas, entre ellas, que se reducen costos por aplicación de insecticidas, es más sustentable para el medio ambiente y ayuda a la salud de las comunidades rurales.
Recientemente, estudiantes de Posgrado en Procesos de Producción Biosustentables de la unidad local de la Universidad Estatal de Sonora (UES) impartieron en La Habana, Cuba, un curso sobre producción de Trichoderma, hongo usado como alternativa de fungicidas químicos.
Los alumnos especializados en el tema, Álvaro Hiram Montoya González y Francisco Eduardo Vargas Cruz, tuvieron la oportunidad de impartir un taller a estudiantes y académicos del Instituto de Investigaciones Hortícolas Liliana Dimitrova.
El taller denominado “Producción de Agentes de Control Biológico en Sistemas Líquido y Sólido” se enfocó en el hongo Trichoderma que controla muchas enfermedades de las raíces de las plantas, por lo que su uso en la agricultura se ha extendido rápidamente como alternativa a los fungicidas químicos.
Ambos estudiantes realizan sus investigaciones de tesis de maestría en la producción de este hongo, Álvaro Hiram se ha especializado en la producción en medios líquidos, en tanto que Francisco Eduardo en la producción en medios sólidos.
Como parte de esta colaboración, a su vez, investigadores de Cuba participaron en un foro realizado en esta frontera de Sonora, dirigido a fomentar e intercambiar experiencias sobre la agricultura orgánica, menos dependiente de los agroquímicos industriales.
En un comunicado, la Sagarpa indicó que el taller forma parte del proyecto Transferencia de Conocimiento de Tecnología Sustentable en Sistemas de Producción de Hortalizas en Ambientes Protegidos.
Las conferencias se impartieron en la unidad local de la Universidad Estatal de Sonora, con la presencia de investigadores de los institutos Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y de Investigaciones Hortícolas Liliana Dimitrova (IIHLD) de Cuba.
El director de la Coordinación y Vinculación del INIFAP en Baja California, Mario Camarillo Pulido, explicó que en el taller fueron abordados los temas de fundamentos de la nutrición vegetal en cultivos protegidos y de la nutrición foliar en las hortalizas.
También se trataron las experiencias de la fertilización de hortalizas en sustrato de zeolita, y la experiencia del empleo de biofertilizantes en casa de cultivos protegidos (invernadero cubano).
Otros temas fueron experiencias del uso de microalgas en la nutrición vegetal, relación nutrición vegetal y plagas, así como las experiencias del uso y preparación de abonos orgánicos (lombricultura).
Dirigida también a este distrito agrícola, en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Campus Mexicali, se desarrolla un proyecto de investigación, cuyo propósito es rescatar la biodiversidad de microorganismos en el Valle de Mexicali.
Este se denomina “Aislamiento de bacterias solubilizadoras de fósforo en la rizosfera de mezquite y su potencial biotecnológico como biofertilizante”, el cual se basa en el aislamiento del concentrado de bacterias específicas y nativas de la región.
El investigador líder del proyecto, Daniel González Mendoza, afirmó que la referida sustancia si se aplica en forma conveniente poco antes del sembrado a cualquier tipo de semillas, mejora el desarrollo del cultivo.
Dicho concentrado de bacterias se conoce como inoculantes, los cuales ayudan a reducir el uso de agroquímicos y a su vez, originan una baja en los costos de producción, destacó.
Explicó que solubilización es la capacidad de los microorganismos de hacer disponibles elementos y nutrientes esenciales para los cultivos, principalmente del fósforo, mediante la disminución del PH en suelos salinos, que evitan la absorción adecuada de nutrientes.
“Este tipo de bacterias que son solubilizadoras de fósforo en conjunto con el ambiente salino permiten que los nutrientes estén más disponibles para las plantas”, mencionó el doctor en ciencias agrícolas.
El investigador mencionó que anteriormente se traían inoculantes de otras partes del país, pero estaban adaptados a otras condiciones, lo que ocasionaba que al usarlos en Mexicali y su valle agrícola, el tiempo para visualizar los efectos y progresos era demasiado largo y en ocasiones nulo.
Al igual que estas investigaciones, algunas de las cuales ya dan resultados en los procesos productivos agrícolas, diferentes instituciones públicas y privadas desarrollan otros planes sobre biotecnologías.
NTX
