Los suelos pueden ser grandes aliados para capturar carbono

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Los suelos del planeta son los principales almacenes de carbono del mundo, por lo que si tienen un buen manejo agrícola y forestal podrían convertirse en un factor importante para la mitigación del cambio climático.

La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) informó en un comunicado que el carbono del planeta suele almacenarse de manera natural en las reservas ecológicas, en los océanos, la atmósfera, la vegetación y los suelos, siendo estos últimos los principales depósitos de carbono.

Al respecto, el investigador del colegio de Postgraduados (Colops), Campus Montecillo, Jorge Etchevers Barra, explicó que ello se debe a que los suelos tienen gran capacidad de acumular parte del carbono fotosintetizado por la vegetación y guardarlo hasta por cientos o miles de años.

Detalló que las plantas, a través de la fotosíntesis, incorporan a sus procesos metabólicos el dióxido de carbono (CO2), y cuando mueren, el carbono de sus hojas, tallos y raíces se descomponen y pasan a formar parte de la materia orgánica del suelo.

Una vez ocurrido esto, una porción de carbono es mineralizada, otra regresa a la atmósfera y una porción más permanece en el suelo por largo tiempo, en un proceso al que se le denomina secuestro de carbono.

Este proceso, agregó, ayuda a mantener en equilibrio la distribución del carbono en la atmósfera, sin embargo, con la quema de combustibles fósiles lo que ocasiona es un desequilibrio entre el CO2 que las plantas respiran y lo que podrían capturar a partir de la fotosíntesis.

El investigador recordó que una forma de mantener la cantidad de materia orgánica en el suelo, y con ello el carbono orgánico, es añadir de manera constante los restos orgánicos como hojas o estiércol.

Pero esto no siempre es posible, en parte, porque el estiércol de los animales se usa en las grandes granjas para producir energía (metano) a través de biodigestores y solo algunos residuos de esta materia orgánica se incorporan al suelo.

A ello se agrega la cantidad de carbono orgánico que puede secuestrar un suelo, ya que ello depende en parte de la naturaleza de este.

“Un suelo arenoso al no tener la misma porción de partículas de arcilla y limo es considerado con baja capacidad de secuestro de carbono; en cambio, un suelo de arcilla con partículas finas de limo es mejor secuestrador de carbono”, explicó el especialista.

Otro de los elementos que influyen en la cantidad de carbono que almacena un suelo, es la naturaleza de la materia orgánica que se incorpora.

Por ejemplo, en el caso de la harina de alfalfa o residuos de soya y alfalfa que se descomponen rápido, dejan pocos residuos; por el contrario, el aserrín o la paja de muchos de los cereales que se consumen tienen un proceso lento de descomposición, que a su vez implica que el carbono se quede en el suelo por más tiempo.

Por ello mismo, el investigador destacó la importancia de hacer conciencia sobre el manejo adecuado de los suelos aprovechando que en la sesión 68 de la Asamblea General de la ONU se declaró 2015 Año Internacional de los Suelos.

Etchevers Barra recordó que el objetivo de esta declaración es dar a conocer la importancia del suelo para la seguridad alimentaria y los procesos ecosistémicos esenciales para la vida.

NTX

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