Evalúan impacto del cambio climático en bosques de Oaxaca

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En un esfuerzo por pronosticar las consecuencias del cambio climático en ecosistemas de Oaxaca y establecer estrategias preparatorias, el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Oaxaca (CIIDIR) realiza un estudio minucioso sobre la vulnerabilidad de especies vegetales y su desplazamiento.

El doctor John Williams, catedrático del CIIDIR y especialista en ecología de comunidades y conservación de biodiversidad, realiza una investigación en las regiones boscosas del estado de Oaxaca con el propósito de estimar el efecto del cambio climático sobre parámetros ecológicos vulnerables.

Partiendo de la información sobre el rango de condiciones ecológicas y biológicas de los ecosistemas de los últimos cincuenta años es posible realizar una proyección a futuro de cómo será el clima y la situación vegetal en las zonas estudiadas.

La línea de investigación del doctor John Williams se rige bajo tres principales enfoques, el primero de ellos es el estudio sobre patrones de diversidad que influyen en los ecosistemas, tales como el clima, especies animales, vegetales y cambio climático.

Otro de los enfoques relevantes se ha establecido en el estudio del ecosistema de selva seca en la costa de Oaxaca, lo cual ha permitido conocer los factores que favorecen a ciertas especies vegetales. Particularmente en esta zona se realizó una proyección en un rango de cincuenta años para conocer las especies vegetales vulnerables.

“El impacto o beneficio del proyecto consiste en identificar las zonas vulnerables y el tipo de vegetación, como el bosque mesófilo. Conociendo sus características y tomando en cuenta las proyecciones, se puede comparar con otros sitios con las mismas características, además a través de esta proyección es posible conocer a qué grado se va a reducir el espacio disponible para el ecosistema”, explicó detalladamente el doctor John Williams.

Según resultados de este estudio, en la franja sur de Oaxaca (que incluye las ciudades de Huatulco y Puerto Escondido), el clima se volverá más cálido y más seco, lo que posiblemente provoque el desplazamiento de algunas especies vegetales a zonas con mayor altitud de forma que encuentren las mismas condiciones climáticas; sin embargo, debido a que es una región a nivel del mar es probable que algunas especies se puedan perder al no poder hallar las condiciones necesarias para su supervivencia.

“Dentro de la proyección, hemos señalado en categoría gris las especies vegetales cuyas condiciones climáticas no tienen precedente o no existe un referente bajo las mismas circunstancias naturales, por lo que no se sabe si estas especies vegetales podrían continuar o desaparecer”, indicó John Williams.

Apoyo institucional

Para esta investigación se cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de University of California Institute for Mexico and the United States (UC MEXUS), instituciones que colaboran con el objetivo de generar intercambio de información y desarrollo de programas que impulsen la investigación científica, además de conferencias y publicaciones bilaterales.

Se trata de un estudio multidisciplinario, en donde se tomaron en cuenta datos provenientes de otras instituciones, que facilitaron la identificación de zonas vulnerables en los distintos ecosistemas de Oaxaca.

Durante el proceso de proyección se utilizaron modelos globales de clima con tres escenarios: pesimista, optimista y medio, para que de esta forma no se descarte ninguna posibilidad. En el estudio, los referentes fueron estos modelos de clima y las condiciones actuales de las zonas delimitadas. La obtención de estos parámetros fue posible gracias a los modelos globales generados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC).

“Por ejemplo, si una región actualmente se encuentra a 22 grados Celsius y con mil 800 milímetros de precipitación y en la proyección para el año 2050 se encontrará a 24.2 grados Celsius con mil 200 milímetros de precipitación, se buscan escenarios similares con estas condiciones para comprobar si puede habitar determinada especie vegetal, o por lo contrario si se trata de una zona cuyas especies vegetales son vulnerables al cambio climático”, expresó el investigador.

Es importante destacar que el IPCC se conforma de un grupo de expertos que proporcionan evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta.

Otro referente para establecer las proyecciones de vulnerabilidad en ecosistemas del estado de Oaxaca, son los mapas de vegetación disponibles en la base de datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), que ofrece información sobre hidrología, edafología, temperatura, precipitación, geología, vegetación, uso de suelo e infraestructura.

Planeación y protección de áreas naturales

El doctor John Williams enfatizó que la información obtenida en esta investigación es útil para el salvaguardo de las áreas naturales protegidas, pues de esta manera se puede prever el desplazamiento de especies vegetales y determinar áreas vulnerables; asimismo, se pueden desarrollar estrategias de resguardo.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) tiene en resguardo 176 zonas a lo largo del país, cuyos ecosistemas no han sido alterados significativamente por el hombre y que precisan ser restauradas o preservadas. El impacto del cambio climático en las condiciones actuales de los hábitats pone en peligro el capital natural del país, por lo que la investigación desarrollada en el CIIDIR muestra un panorama de cómo estos cambios impactarán a los ecosistemas del estado. Estrategias de resguardo como protección de zonas forestales, la divulgación del conocimiento científico respecto a la biodiversidad y manejo de recursos naturales son importantes para la preservación de las áreas naturales protegidas.

Se realizaron dos proyecciones con los siguientes rangos: 2039-2070 y 2070-2099, en colaboración con Raúl Rivera, especialista en sistemas de información geográfica.

El investigador afirmó que los estudios son cada vez más acertados puesto que se incluyen más variables en la toma de datos, lo que permite una mayor precisión, comparado con modelos de cambio climático anteriores.

“Usar esta información paralelo a otros estudios permitirá establecer estrategias de conservación de áreas naturales protegidas y evitar que reduzcan su función, se podrán redoblar esfuerzos, como cambiar la demarcación de estas zonas adecuándose a los pronósticos de la proyección”, finalizó el doctor Williams.

Agencia Informativa Conacyt

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