Alrededor de 20 por ciento de la cosecha de nopal se desperdicia debido a la sobreproducción que hay en el centro del país, lo que afecta los ingresos de los agricultores pues venden la caja de 30 kilos a sólo 10 pesos.
De las 300 mil toneladas que se cultivan en la Ciudad de México, alrededor de 60 mil se desperdician porque no pueden ser colocadas en el mercado, dijo Olao Torres, gerente general de la Industrializadora de Nopal Milpa Alta (INMA), dedicada a la transformación del cultivo.
Torres explicó que la Delegación Milpa Alta es el principal productor en la Capital del País, con más de 4 mil agricultores, cuando hace cinco décadas en la zona había sólo 4 o 5.
“Eso hace que dentro de Milpa Alta haya mucha competencia; además, en sus alrededores, como Morelos y el Estado de México, se produce el mismo nopal que compite por el mismo mercado, entonces, actualmente ya no es tan rentable”, afirmó.
La caja de 30 kilos que obtiene un productor la coloca en el mercado en un precio que oscila entre 10 y 20 pesos en el periodo de sobreproducción, el cual es la mayor parte del año, pues va de los últimos días de marzo a finales de octubre.
Y es sólo de noviembre a febrero cuando la producción es menor, por lo que en promedio la misma caja puede alcanzar un precio de 80 pesos, pero en ese momento los agricultores ya cuentan con poca cosecha para su venta, resaltó Torres.
Ofertar el nopal a mejores precios no es posible porque mientras los pobladores de Milpa Alta comercializan el kilo entre 1.5 y 3 pesos, en Morelos se puede conseguir entre 25 y 30 centavos, refirió Miguel Villanueva, productor de nopal en la Ciudad de México.
Una de las razones por las que se pueden encontrar esos precios en Morelos es porque las altas temperaturas y la humedad del Estado son condiciones propicias para conseguir grandes volúmenes de producción, abundó Villanueva.
Pero por las temperaturas elevadas en esa entidad se usa un mayor volumen de pesticidas, mientras que en Milpa Alta se aplican fungicidas orgánicos, elaborados a base de microorganismos, añadió.
Para evitar desperdicios, empresas como INMA apuestan por la transformación del nopal, del cual extraen la fibra y el jugo para elaborar algunos productos alimenticios y para el cuidado personal.
De esta forma los agricultores se ahorran costos, por ejemplo en la mano de obra, ya que INMA les demanda nopal maduro, así que sólo utilizan personal una vez al mes y no dos veces a la semana como ocurre en la venta para consumo directo en mercados o tianguis, puntualizó Villanueva, quien también es socio de la empresa.
NTX
