Amaranto, la planta que resurge

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Oaxaca.- Con el objetivo de fomentar la economía comunitaria, la sana alimentación y la autoorganización de las comunidades, Puente una asociación civil, busca revalorizar el consumo de este grano, que es parte de la herencia cultural, pero sobre todo de crear cadenas de producción.

El amaranto es una planta de origen prehispánico que se usaba como alimento por su alta carga de proteínas, además de formar parte de los rituales espirituales de las antiguas civilizaciones aztecas, mayas e incas. Su desaparición forma parte de la conquista, ya que los españoles trataron de erradicarla por su significado con los nativos, por lo que “nuevamente estamos retomando el valor histórico y cultural del amaranto”, argumenta Mauricio del Villar, representante de Puente.

Puente, una asociación civil que fomenta el amaranto

Puente a la Salud Comunitaria es una asociación civil sin fines de lucro que se formó en el 2003. El principal objetivo que tiene es fomentar el consumo del amaranto por medio de estrategias agroecológicas, así como avivar la economía de las 29 comunidades de la región de la Mixteca, Valles Centrales y Sierra Mixe.

“Se trabaja el tema del amaranto como un eje para poder influir en las comunidades, para abatir el tema de la desnutrición y se va transformando en un proceso en que no sólo se empieza a fijar en la parte de consumo, sino también ve la parte agrícola, a la producción de alimentos”, argumenta del Villar.

Este grupo trabaja con tres aspectos fundamentales de las comunidades, el ámbito agrícola enfocado a los procesos de la tierra y su mejoramiento con procesos ecológicos; por otra parte, busca encaminar la alimentación como un eje primordial con el amaranto y otros alimentos originarios de las comunidades, para lograr alimentos sanos, frescos y originarios.

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El tercer punto es fomentar la economía local, “al fortalecer el consumo local, se genera que los productores puedan vender su producto en su región”.

El amaranto es el tema central, pero se trata de conjuntar la producción sostenible y saludable o la autoorganización de los productores para incrementar la producción del grano, primero para el consumo y después para la transformación en productos para el público en general.

“Estas acciones se generan de una organización local, no sólo nosotros como asociación civil, sino lo que podemos hacer desde afuera, para que la propia comunidad tenga esa capacidad organizativa para fortalecer sus habilidades”, rescata Del Villar.

Esta forma de organización abarca dos redes regionales de amaranto, una de la Mixteca y otra de Valles Centrales, tienen productores, transformadores y consumidores que intercambian experiencias.

Soberanía alimentaria, un eje primordial

Además del rescate del amaranto como un alimento milenario, Puente busca establecer la soberanía alimentaria como un derecho alimentario para las comunidades, ya que además del cultivo del grano, se busca el consumo de otros cultivos, primordialmente originarios de los pueblos.

Una de las razones es, para erradicar la problemática de los costos y producción masiva que abaratan los productos y ponen en desventaja a los productores de las regiones, determinando la dependencia de los alimentos.

“Consideramos que es el derecho de los pueblos, producir sus propios alimentos, tomando en cuenta sus aspectos culturales” en este punto se trata de los procesos productivos propios de cada contexto, sistemas agrícolas con métodos sostenibles.

Razones para amar el amaranto

El cultivo de este grano está resurgiendo, primero como una alternativa alimentaria y por sus diversos beneficios nutricionales, además de mejorar la economía local y los cultivos.
El cultivo de este grano está resurgiendo, primero como una alternativa alimentaria y por sus diversos beneficios nutricionales, además de mejorar la economía local y los cultivos.

Según datos del 2014 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), menciona que el 66.8 por ciento de la población en Oaxaca pertenece al grupo de pobreza. Por lo que a consideración de Mauricio del Villar, el amaranto y el fomento de los productos de las regiones son una forma de erradicar la desnutrición, esto dotando a los campesinos de las herramientas necesarias de cultivo, producción y consumo.

En este contexto, el también experto en economía social, reflexiona sobre la falta de productos oaxaqueños en la canasta básica del Sistema DIF estatal, ya que no le da impulso e importancia a lo que se produce en el estado, además de ser productos procesados que forman parte de grandes empresas.

Proyectos e iniciativas

Además del eje principal del amaranto, esperan incidir en las políticas públicas y seguir motivando la producción local de los alimentos.

El represente de Puente, señala que el introducir el consumo del amaranto en una familia es difícil, incluso más que la siembra, pero que no es un proyecto complicado ya que con información y talleres han logrado tener grandes resultados, algunos son la incorporación de la Red Amaranto, que son tiendas comunitarias que se dedican a comercializar los productos derivados del grano, los establecimientos se ubican en la Villa de Etla y en Tlaxiaco.

Otra de las iniciativas es del “Campo a la mesa”, un proyecto dirigido a algunos chef de la ciudad para inspirar platillos hechos del grano y que además, conocen el proceso y los productores.

Este año, el Día del Amaranto se llevará a cabo el 18 de octubre en el Parque Juárez El Llano y será un encuentro para productores y consumidores.

El Imparcial

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