En los últimos seis años, la producción de maíz en Chiapas se ha visto disminuida considerablemente.
Contrario a lo que las autoridades del Campo informan sobre los logros en la generación del grano, las cifras indican que ha habido una merma en la cantidad de producción en miles de toneladas por año.
De acuerdo con un reporte emitido por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesca (SIAP) de un millón 554 mil 358 toneladas de maíz producidas en 2011 se redujo a un millón 301 mil 639 toneladas en 2016; es decir, hay una merma de 252 mil 729 toneladas, 16.26 por ciento menos.
Dicha disminución ha variado en cada ciclo de producción; sin embargo, en los seis años que registra el estudio, no se ha logrado un repunte o una cifra similar a la que se obtuvo en 2011.
El peor año para la producción de este básico fue en 2015 con un millón 67 mil 400, casi medio millón de tonelada.
El efecto de la diminución en la producción del maíz va ligado también al abandono o reducción de extensiones de tierra para la siembra; mientras en 2011 se sembraron 711 mil 199 hectáreas, en 2016 se sembró solamente 684 mil 463 hectáreas.
Esas cifras indican que se han dejado de sembrar, por lo menos, 26 mil 736 hectáreas en los últimos seis años, lo que representa una disminución del 3.76 por ciento respecto al 2011; esa disminución ha sido gradual.
De acuerdo con los avances de siembra que SIAP concentró hasta 30 de junio en el estado, se registra en lo que va del año, una producción de 176 mil 164 toneladas en una extensión de siembra de 520 mil 762 hectáreas.
Respecto al valor de la producción, dicha merma también ha tenido sus repercusiones.
Mientras en 2011 el valor de la producción oscilaba en los 6 millones 225 mil 190 pesos, para 2016 dicho rubro disminuyó a 4 millones 710 mil 295 pesos, una merma de más del 24.32 por ciento, que traducidos a pesos representa una disminución de Un millón 514 mil 895 pesos.
QUÉ DICEN LOS PRODUCTORES
Las merma en la producción del grano de maíz en la entidad obedece a diversos factores, las cuales van desde los ambientales y meteorológicos hasta los burocráticos consideró Carlos Humberto Luna López, dirigente estatal de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA)
En los últimos años se ha logrado observar, dijo, que el cambio climático ha modificado considerablemente los ciclos de lluvias; ha habido años con poca lluvias y largas sequias; pero también ciclos con lluvias abundantes y eso verdaderamente afecta.
A ello se ha sumado, dijo, la burocratización de la entrega de apoyos por parte de las autoridades encargadas de la política del campo. No ha sido la calidad en la mano de obra de los productores la que ha generado esa situación, aclaró; sino que han sido factores ajenos a su voluntad lo que ha generado que la producción de maíz en los últimos años vaya a la baja.
“También se ha registrado un fenómeno de migración de jóvenes de zonas rurales a las grandes ciudades, son jóvenes que ya no quieren participar en la siembra y cosecha de maíz porque no ven en el campo un motivo de mejoras en su calidad de vida”, apuntó el líder campesino.
Para ello es necesario, dijo, que las autoridades implementen políticas que atraigan a las nuevas generaciones a continuar con una de las producciones que ha sido representativo para Chiapas a nivel nacional.
Se tiene que dar una mejor y mayor cobertura a dicho sector para garantizarles una mejor calidad de vida y no verlos como los últimos en atender. Es urgente inyectar recursos al campo chiapaneco para no continuar en esa tendencia de decrecimiento en la producción, dijo
“A muchos productores no les ha bajado los recursos porque tiene que llenar una cadena de requisitos y cubrir una serie de gastos por toda esa tramitología; es una cuestión que se debe sintetizar para evitar que muchos prefieran no gestionar apoyos por lo complicado y terminen por abandonar la producción en el campo”, mencionó.
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