Los productores de siembra protegida piden mejores condiciones de crédito, principalmente para las pequeñas empresas del sector, actividad que permite multiplicar por 10 los cultivos a la práctica tradicional.
La Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC), tiene casos como el del tomate, que en una siembra a cielo abierto puede generar una cosecha de 80 toneladas por hectárea, ya que se ve afectada por las lluvias, plagas o calor en exceso, en cambio la producción puede escalar hasta 700 toneladas en un invernadero de alta tecnología, dijo Oscar Woltman, presidente de la AMHPAC, en entrevista con El Heraldo de México.
En el marco del congreso anual de la AMHPAC, el entrevistado detalló que hay dos retos para el crecimiento del sector: mayor financiamiento, en el caso de los pequeños productores con superficies de siembra de alrededor dos hectáreas, ya que se requiere inversión en equipo como la colocación de mallas para controlar el calor o pantallas para reducir el exceso de luz.
Mientras que los grandes agricultores requieren del crédito para incrementar la tecnificación y la capacitación. “Se requiere inversión para meter tecnología y capacitación para utilizar la tecnología”, dijo Woltman.
La AMHPAC se reunió Víctor Villalobos, futuro secretario de Agricultura, al que se le planteó la necesidad de dignificar la labor de los trabajadores del campo, llegar a acuerdos con universidades y desarrollo de tecnología.
El Heraldo de México
