Gracias a los trabajos llevados a cabo en el ejido Comondú, localizado en el municipio de Baja California Sur que lleva el mismo nombre, se han logrado desarrollar estrategias exitosas de restauración y conservación de los oasis, informó la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
La dependencia federal expresó que al igual que lagos, ríos, pantanos, marismas, pastizales húmedos, turberas, estuarios, deltas, bajos de marea, manglares, arrecifes coralinos, entre otros, los oasis son considerados humedales.
Indicó que como ocurre en los distintos ecosistemas del mundo, éstos tienen una presión constante que pone en riesgo la pérdida de la biodiversidad que guardan en ellos.
Anotó, que a pesar de que este municipio es considerado como uno de los lugares más áridos de México, posee este singular ecosistema que básicamente es un acuífero con agua dulce que mantiene a una gran variedad de especies animales.
La flora y fauna de estas zonas los usan como abrevaderos, sitios de alimentación o reproducción, en tanto que su alrededor crecen palmas, carrizos y algunas plantas comunes de los pantanos, también guardan especies endémicas y relictos que es vegetación que se ha mantenido intacta al paso de las eras geológicas.
Señaló que en México se pueden encontrar oasis en Sonora y en la Península de Baja California. Tan sólo en Baja California Sur se estima que existen alrededor de 80, y aunque son pequeños en su mayoría, son indispensables para la sobrevivencia de las comunidades que los habitan.
El ejido tiene una superficie de 74 mil 418 hectáreas y para sus habitantes son vitales las acciones de conservación en un sitio tan árido, donde la agricultura y ganadería no se desarrolla igual que en otras partes del país.