En línea con las subas externas, el trigo argentino de la nueva campaña se cotizó con fuertes mejoras

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Si bien aún no comenzó la siembra, el trigo argentino de la campaña 2022/2023 sigue sorprendiendo por la firmeza de sus precios, que está en sintonía con la tendencia internacional de las cotizaciones del cereal, mientras la guerra en Ucrania se prolonga y los cultivos de invierno de Estados Unidos evidencian uno de los peores estados que se tenga memoria para esta época del año, a poco menos de un mes del inicio de la cosecha.

Desde temprano las pizarras del Matba Rofex reflejaron el ímpetu alcista del trigo, mientras que al cierre las posiciones diciembre y enero mostraron subas de 14 dólares, al concluir la jornada con ajustes de 338,50 y de 340 dólares por tonelada. Un año atrás estos contratos se cotizaban a 220,50 y a 222 dólares, respectivamente. Las ganancias comprendieron también al grano de la actual campaña 2021/2022, con una mejora de US$7,50 y con un valor de 374,50 dólares para la posición julio.

En el mercado físico el panorama de los precios fue el mismo. Los exportadores elevaron de 325 a 335 dólares por tonelada sus propuestas por el trigo de la nueva cosecha para las entregas entre diciembre y enero sobre el Gran Rosario y sobre el puerto de Bahía Blanca. Para Necochea el salto fue de 320 a 335 dólares.

“Si bien los valores son elevados, no es fácil conseguir mercadería –contratos anticipados– con un mercado tan firme. En general, a medida que los precios suben van bajando los volúmenes comercializados y el caso del trigo nuevo no es la excepción a esa regla”, aseguró a La Nación una fuente del sector comercial.

Una confirmación de lo antedicho se tiene en el último informe semanal sobre compras difundido ayer por el Ministerio de Agricultura de la Nación, donde se reportan operaciones con trigo 2022/2023 por parte de la exportación por 3.028.400 toneladas al 27 de abril, de las cuales 1.328.300 toneladas fueron negociadas bajo la opción “a fijar”, es decir, sin precio firme.

Ese volumen efectivamente adquirido por la demanda relativiza el hecho de que hasta hoy los exportadores anotaron en el registro de declaraciones juradas de ventas al exterior 8.166.464 toneladas de trigo 2021/2022, sobre un total habilitado por Agricultura de 10 millones de toneladas. Estos operadores aún deben conseguir la mercadería para cubrir los registros obtenidos, por lo que los productores, con la decisión de vender o de esperar, seguirán marcando el ritmo de los precios locales, mientras el mercado mundial sigue muy interesado en asegurarse trigo por el contexto adverso en varios de los proveedores.

En ese sentido, el valor FOB del trigo argentino para los embarques entre julio y noviembre subió hoy de 442 a 451 dólares por tonelada y para los despachos entre diciembre y abril, de 398 a 411 dólares por tonelada, según informó el Ministerio de Agricultura de la Nación.

Recientemente, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su informe de precampaña estimó en 6,50 millones de hectáreas la superficie que será cubierta con trigo en la campaña 2022/2023, dato que si bien resultó inferior a los 6,70 millones de hectáreas de la temporada anterior resultó mayor que el promedio de los últimos cinco ciclos agrícolas, de 6,30 millones de hectáreas.

Cultivos, la India y Ucrania

En el mercado externo los precios del trigo cerraron hoy con importantes subas, luego de caer en las ruedas precedentes por una toma de ganancias de los fondos de inversión. El contrato julio del cereal en Chicago y en Kansas aumentó 11,39 y 11,20 dólares y concluyó la jornada con un ajuste de 395,55 y de 412,72 dólares por tonelada, respectivamente.

Estas mejoras tuvieron varios fundamentos, entre ellos, el muy mal estado de los trigos de invierno estadounidenses y, sobre todo, el hecho de que las lluvias caídas ayer sobre las zonas productoras de las Grandes Planicies dejaron prácticamente al margen del aporte de humedad a las regiones con mayor déficit hídrico, tal el caso del oeste de Kansas, el área con mayor cantidad de tierras destinada a estas variedades del grano fino.

El lunes pasado el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ponderó el 27% de los trigos de invierno en estado bueno/excelente, muy por debajo del 48% de igual momento de 2021. Para dimensionar la relevancia de estas variedades vale tener en cuenta que en la campaña 2021/2022 fueron las que aportaron el 74,6% de la oferta total de trigo estadounidense.

Para el mercado mundial de trigo la continuidad de la guerra en Ucrania sigue configurando un interrogante sin respuesta, porque los combates están afectando no solo infraestructura en las zonas de puertos, sino también complejos de acopio donde se almacena mucho del cereal ucraniano que no pudo ser despachado antes de la invasión rusa. De igual modo, hoy es incierta la capacidad que tendrán los productores para cosechar, acondicionar y guardar el grano de la campaña 2022/2023 que debería comenzar a levantarse desde fines de junio.

Por último, la India tuvo protagonismo hoy en la formación de los precios internacionales del trigo a partir del rumor sobre la decisión de prohibir las exportaciones del grano fino por la ola de calor que perjudica el estado de los cultivos en el segundo mayor productor mundial del cereal, que recientemente llevó a las autoridades de ese país a reducir de 111,30 a 105 millones de toneladas la estimación sobre la nueva cosecha.

“No hay ningún movimiento para frenar las exportaciones de trigo, ya que el país tiene suficientes existencias de trigo”, le dijo a la agencia Reuters el secretario de Alimentos de la India, Sudhanshu Pandey.

Pese a esta desmentida oficial, el rumor siguió instalado en el mercado y, ante la duda, los especuladores optaron por sumar contratos a sus carteras de inversión, en una jornada en la que, finalmente, la Reserva Federal de los Estados Unidos elevó en medio punto la tasa de interés, en línea con la expectativa manejada por los privados.

La Nación

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