Desde hace tres años los más de 50 productores que se dedicaban a cultivar 5 mil hectáreas de trigo dejaron de hacerlo, pues anteriormente tenían un contrato establecido con algunas empresas que les aseguraban la compra de su producto, pero ya no los apoyaron, a pesar de que tenían un par de años beneficiándolos.
Este factor afecta económicamente a los productores, ya que al poder comercializar con seguridad el trigo que sembraban obtenían ganancias económicas altas, pero ahora tienen que producir frijol aunque batallan para venderlo y para que se los paguen.
Salvador Aviña Ramos, coordinador de la Secretaría del Campo (Secampo) en El Mineral, informó que por cada hectárea se obtenían hasta 3 toneladas de este producto, es decir se cosechaban cerca de 15 mil.
Quien les compraba el producto a estos agricultores era la Impulsora Agrícola y algunas empresas de Sombrerete, que incluso, les apoyaban con la semilla.
Los campesinos dejaron de producirlo por temor a no encontrar un lugar en el cuál ofertarlo y que se quedaran con el cultivo y por ende ganancias económicas.
“La gente no se quiere arriesgarse a sembrar trigo si no tiene la seguridad de que alguien se los va a comprar”, complementó.
Además detalló que este es un producto que difícilmente se vende, a pesar de que hay varias empresas que requieren de trigo para realizar los diversos productos que ofertan.
Las comunidades en los que regularmente se sembraba dicho grano son Labor de Santa Bárbara, La Soledad, San Pablo, San Isidro de Cabrales y las aledañas.
El clima que se presenta en Fresnillo es benéfico para el cultivo de este grano, pero los campesinos ya no quieren dedicarse a sembrarlo a pesar de que también les ha sido complicado ofertar el frijol.
Aviña Ramos detalló que entre julio y agosto se empieza a sembrar, pero lamentó que no se han acercado campesinos del municipio que estén interesados en trabajarlo.
NTR
