Estimaban ganancias tardías, pero prendió cultivo de árboles navideños

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El cultivo de árboles de navidad inició con un productor al que calificaron de loco, porque creyeron que las ganancias las obtendrían sus nietos, pero su éxito fue tal que ahora tiene la mejor plantación del país.

Celso Salinas es uno de los productores de Chignahuapan, con los que Puebla llega a ubicarse en el segundo lugar nacional en la producción de pinos navideños.

En Puebla, el municipio de Chignahuapan es el más importante en materia forestal. En todo el estado se crean cerca de 4 millones de jornales en la actividad forestal, y la gente que se dedica a ello tiene su bosque, corta árboles y planta árboles, cuida que no se los quemen, que no se los roben, los poda, les da un seguimiento total, de tal manera que los bosques mejor cuidados del país se ubican en Chignahuapan.

Este municipio, ubicado en la Sierra Norte de Puebla, tiene bajo manejo forestal casi 20 mil hectáreas y los viveros forestales producen miles de árboles de manera directa. Uno de esos viveros es “El Oyamel”, el cual se ubica a la altura del kilómetro 41 de la carretera federal Tlaxco-Chignahuapan.

Ahí está don Celso Salinas, un hombre de 64 años de edad, que recibió a Notimex en su predio de 3.4 hectáreas donde se observan y huelen los árboles navideños, pero también cuenta con plantaciones para madera que vende a los aserraderos y para la fabricación de muebles.

En entrevista, relató que hace más de 20 años comenzó la siembra de árboles navideños, “cuando la mayoría me tachaba de loco, porque no creían que fuera a venderlos, decían que las ganancias las verían mis nietos, pero aún así decidí arriesgarme”.

El predio conocido como vivero El Oyamel se encuentra en la comunidad de Ciénega Larga. La entrada está a la altura de la caseta de contra incendios y 150 metros más de terracería se observan los primeros ejemplares.

“Tengo árboles pinabete otorgado por Semarnat como el árbol religioso, también conocido como canadiense, y pino ayacahuite que la gente le llama vikingo. En este mismo municipio también se pueden encontrar árboles conocidos como oyamel y sedosuga”, dijo tras agregar que tiene árbol para monte alto conocido como Patulas el cual sirve para madera.

“Acá en el municipio; hace 30 años, fue el señor Lorenzo Rivera el primero en iniciar con la venta de árboles de Navidad, pero él comenzó descoronando las puntas de los oyameles y se iba a la ciudad de Puebla o la ciudad de México a vender las ramas; en ese entonces las ramas las vendía en 10 pesos cada una, eso era un dineral”, relató.

Agregó que en una ocasión al señor Lorenzo Rivera le sobraron 25 etiquetas, así que le dio permiso a Don Celso Salinas de descoronar 25 oyameles, se fue a la ciudad de Puebla y cada corona la vendió como si fuera un árbol de navidad de tamaño pequeño; ya que solo era la punta del árbol.

Su sorpresa fue grande cuando un solo comprador le pagó 300 pesos por cada arbolito. En una sola venta obtuvo una ganancia de 7 mil 500 pesos; cuando la gasolina tenía un costo de 80 centavos el litro, y desde entonces decidió dedicarse a la plantación de árboles de Navidad.

Comenzó plantando cerca de mil árboles, de los cuales no todos se lograron. La siembra de los árboles comienza en junio para que le dé tiempo de absorber toda el agua de las lluvias de verano y ello le ayuda a enraizarse, así resistir y lograr ser adulto.

Los cuidados que deben tener estas plantaciones, además de contar con un clima semi húmedo, es plantarlo en una cepa de 40 por 40 centímetros, fumigarlo, podarlo cerca de los meses de febrero y marzo, “y hacerse amigo del árbol”.

El dueño de la plantación les da mantenimiento todo el año, los poda, los fumiga, y de manera natural unos árboles adquieren mejor forma que otros, entonces los plantadores los clasifican de acuerdo como consideren que están mejor para la venta, aunque la gente al final decide el que más le guste.

Desde octubre comenzó a vender los primeros árboles navideños, pero la venta más fuerte se da en el periodo del 10 de noviembre hasta el mismo 24 de diciembre, porque nunca falta gente que deja todo para el último momento.

Un árbol de 2 metros de alto tiene un costo de 500 pesos, un árbol más 300 pesos. Son precios que mantiene desde hace 4 años.

También tiene árboles de hasta más de 10 metros, los cuales llega a vender en más de 4 mil pesos, en su mayoría son adquiridos por hoteleros, diputados, propietarios de establecimientos grandes como hospitales o museos. Al Congreso del Estado de Puebla cada año le regala su árbol.

Su recomendación para las familias es que adornen sus casas con un árbol de Navidad natural porque se contribuye al cuidado del medio ambiente, el interior de los inmuebles preserva el olor a campo o con esencia de pino, y se contamina menos en comparación con un árbol artificial, antes de ser fabricado y después de ser usado.

También pueden comprar piñas, musgos y ramas de pino y hasta esencias para adornar sus casas o los nacimientos.

“La gente busca árboles grandes, frondoso y con aroma. Las familias llegan al vivero, recorren las áreas en busca del árbol que llevarán a su casa, y una vez que lo eligen el personal calificado lo corta, lo empaca y lo monta a los vehículos”, explicó.

Señaló Una vez que se corta un árbol de Navidad, a un lado se planta el siguiente árbol que en seis años podrá ser aprovechado por una familia en sus próximas navidades.

Don Celso Salinas subrayó que en Chignahuapan hay mucho monte, por lo mismo existen personas que durante esta temporada decembrina se dedican a vigilar que la gente no corte los árboles o roben a los ejidos para llevar un árbol a su casa en estas fechas.

Refirió que en el país es más la demanda de árboles de Navidad que lo que se produce, por ello es necesaria la introducción de árboles provenientes de Canadá y Estados Unidos. La producción nacional llega a cubrir apenas 60 por ciento.

NTX

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