Se recupera bosque en Durango después de sequía y plaga

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El bosque de Durango sufrió durante el 2011 y 2012 los estragos de la sequía y, a consecuencia de ello, una zona fue afectada por plagas, lo que ocasionó una pérdida de dos millones de árboles, esto según la información proporcionada por la gerencia estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

 

Durango es considerado la primera Reserva Forestal del País al contar con 12.3 millones de hectáreas de bosques; además de que su aprovechamiento es una de las primeras actividades económicas del estado, por ello la importancia que tiene en este Día Internacional de los Bosques.

 

Sergio Quiñones, jefe del departamento Sanidad Forestal de la gerencia estatal de la Conafor, informó a Notimex que a partir de esta emergencia que sucedió en el bosque se hicieron las medidas necesarias para recuperar y sanear las zonas que sufrieron por incendios forestales y por la presencia de las plagas.

 

La comunidad de Santa Bárbara, en el municipio de Durango, fue una de las comunidades que más sufrieron los estragos de la sequía y plagas, y ahora este en ejido se realizan acciones de sanidad, reforestación y de conservación de suelo.

 

El funcionario federal explicó que para ello desde hace un par de años se trabaja en la reforestación de esta zona plantando árboles de la misma especie; además de facilitar la reproducción natural de los árboles que aún viven en el área haciendo bordos y removiendo la tierra para que pueda facilitar el prendimiento de la planta.

 

Santa Bárbara es una de las localidades más frías del país, y en donde año con año se han hecho reforestaciones que han sido afectadas por la falta de lluvias y las plagas.

 

En un recorrido que hizo Notimex, se constató que hay zonas en donde estos árboles no resistieron a las condiciones climatológicas, pero aun así hay árboles que se resisten a morir, y hoy están creciendo satisfactoriamente.

 

El año pasado, durante la campaña de reforestación se hicieron surcos especiales para que se pudiera retener el agua, esto para tener una mayor posibilidad de sobrevivencia, lo que ha funcionado en Santa Bárbara, ya que cientos de estos árboles que se plantaron durante el pasado mes de julio hoy están creciendo.

 

También explicó cómo es el proceso de reproducción natural de los pinos (que principalmente son engelmannii), y como es que la naturaleza va sanándose del daño ocasionado por los estragos del clima.

 

Se estima que por los efectos de la sequía se perdieron en el estado alrededor de dos millones de árboles en dos años, esto equivale a 700 mil metros cúbicos de madera.

 

Otra de las consecuencias de la sequía es la proliferación de insectos descortezadores, que afectaron a gran parte de los municipios de Durango, San Dimas, Santiago Papasquiaro, Pueblo Nuevo, Tepehuanes, Mezquital.

 

Las plagas que afectaron al bosque fueron los descortezadores ips-lecontei y el dendroctonus, lo que originó a una campaña intensa para el saneamiento de los árboles, haciendo podas, cortes, y utilizando insecticidas para que esta se debilitara.

 

Las acciones fueron hechas por los mismos ejidatarios, la autoridad solamente autorizaba para que estos árboles fueran aprovechados, lo que se rebajaría a la anualidad que tenía el ejido, lo que en su momento afectó a los silvicultores pues el precio de la madera bajó considerablemente ya que no era de buena calidad.

 

Ahora, en Santa Bárbara se pueden observar espacios en donde solamente se ven los troncos de los árboles que fueron talados por la plaga, así como los que fueron afectados por un incendio que afectó a esta comunidad hace dos años.

 

Se nota un avance en la restauración, pues sus árboles, a unos meses de haberse plantado, se han adaptado al suelo, además de que este año será semillero, es decir, que los árboles viejos darán semillas y la naturaleza hará su reforestación.

 

Al respecto, Quiñones comentó que ante estas afectaciones, durante los últimos dos años se realizan acciones de prevención y estudian el comportamiento de las plagas, haciendo sobrevuelos por la zona de afectación y se colocan trampas de insectos para intervenir en caso de detectar crecimiento en la población.

 

La madre naturaleza es sabia, pues en los últimos dos años el clima ha favorecido al bosque, debido a que se han tenido lluvias abundantes y la presencia de nevadas que ha reducido el número de afectaciones por incendios forestales y ha mermado en la reproducción de insectos.

NTX

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