Proteger las plantas contra el excesivo calor debido al cambio climático y, en diversas regiones, de las sequías prolongadas son los mayores beneficios de una formulación de solución acuosa denominada Líquido Rojo, desarrollada por científicos del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej).
La aplicación está basada en los principios de fisiología humana y vegetal: “la idea de generar esta formulación nació de la necesidad de preservar e incrementar la supervivencia de plantas en el invernadero y en el campo. Las plantas producidas in vitro sufren un estrés considerablemente fuerte cuando se sacan del ambiente del contenedor de laboratorio y se llevan al invernadero o al campo”, aseveró el doctor Benjamín Rodríguez Garay, investigador del Ciatej y líder del proyecto.
El Líquido Rojo contrarresta efectos e intensidad de calor, además de evitar que los rayos ultravioleta (UV) lleguen en gran cantidad a las plantas, lo que impide el estrés oxidativo producido por éstos.
“La formulación contrarresta los efectos de sequía y calor excesivo; al ser aplicado a las plantas de manera foliar, forma una película de color rojo que filtra la luz solar y permite pasar a través de ella una mayor cantidad de luz roja, la cual es aprovechada para la fotosíntesis de la planta, haciéndola más efectiva”, explicó el experto.
De esta manera, la película protectora evita la pérdida de agua excesiva que normalmente tiene la planta, porque al realizar la fotosíntesis, ésta expele oxígeno y vapor de agua, lo que provoca el estrés de sequía. Al cubrir esta pequeña capa, se evita en gran medida la pérdida de agua.
“La película, que es de color rojo, generalmente no se alcanza a apreciar; permite una fotosíntesis más activa y efectiva, además de que evita en gran medida los rayos UV del Sol que dañan a las plantas, lo que provoca que la planta se fortalezca al tener más fotosíntesis y por lo tanto más metabolitos por producir; entre muchos de ellos están los azúcares y la clorofila que son la base fundamental de todos los metabolitos de la planta”, expresó.
Según Rodríguez Garay, los compuestos principales del líquido son de origen vegetal, por lo que evitan los daños por oxidación causados por el estrés, como es el calor, la sequía y la salinidad, e incluso han encontrado un efecto muy positivo contra algunos insectos.
“Si bien no tiene una acción insecticida, los insectos se ahuyentan con la presencia del producto en las hojas. Eso hace que lleguen menos enfermedades provocadas por insectos. Incluso también se presenta una disminución de las áreas foliares cuando los insectos comen hojas, lo que ayuda a que la planta tenga mayor integridad y fortaleza”, explicó.
Investigación y aplicación
El producto ha sido aplicado en cultivos como papaya, jitomate, chile y algunas especies ornamentales, y se han obtenido grandes resultados.
“Este trabajo data de hace 10 años, lo tenemos listo para comercializar desde hace tiempo. Pero por diversas razones no había salido a la luz tan claramente. Esperamos que a mediados de este año ya esté comercializándose en algún tipo de mercado. Sobre todo en frutales como la papaya, pues en la producción de ésta se ha visto un incremento de rendimiento muy alto, alrededor de 20 a 30 toneladas por hectárea, lo cual es muy bueno si se considera que esto no es fertilizante”, aseveró el especialista.
La solución se puede utilizar en prácticamente todas las plantas de hoja ancha, como las hortalizas, chile, tomate, pepino y diversas flores. Si bien no ha sido probada en especies de hoja angosta, el especialista considera muy probable que tenga el mismo efecto, por ejemplo, en maíz, agave, trigo, cebada, entre otras.
En la actualidad realizan trabajos de aplicación en invernaderos de producción comercial como de chile de exportación, tomate, pepino y diversos tipos de flores.
“En cuanto a la aplicación, se realiza de manera foliar. El producto concentrado, que sería la forma comercial, lleva una dilución de 15 mililitros en un litro de agua. Esto es alrededor de tres litros de producto en 200 litros de agua, que es lo que normalmente se utiliza por hectárea en cualquier cultivo de corte mediano, como puede ser chile o tomate. Ya en árboles grandes, dependiendo del tamaño del árbol, puede ser de hasta de 400 litros por hectárea”, explicó el investigador.
El Líquido Rojo se aplica en promedio una vez al mes hasta antes de que inicie la floración del cultivo. Cuando empieza la floración y la producción del fruto ya no es necesario aplicarlo, porque queda todo el efecto acumulado mediante el crecimiento de la planta.
Mayores beneficios
Para Benjamín Rodríguez Garay –quien es ingeniero agrónomo egresado de la Universidad de Guadalajara (UdeG), maestro en mejoramiento genético por el Colegio de Postgraduados (Colpos), además de doctor y postdoctor en mejoramiento genético vegetal y biotecnología vegetal por la Universidad Estatal de Nuevo México, Estados Unidos–, los mayores beneficios de este producto tienen que ver con la protección de las plantas contra el excesivo calor provocado por el cambio climático y contra las sequías prolongadas en algunas regiones.
“Las sequías prolongadas y el exceso de calor son contrarrestados por el producto, además de que, salvo los resultados finales de los estudios toxicológicos, la sustancia no tiene ningún efecto nocivo en el ser humano. Cuando las personas aplican el producto lo hacen con confianza, con los cuidados comunes y corrientes de cualquier aplicación, pero sin los efectos nocivos de algunos productos agroquímicos que son cancerígenos. Esto permite hacer aplicaciones seguras, sin miedo, y efectivas en cuanto a la producción resultante de la planta”.
El Líquido Rojo fue patentado a nivel nacional e internacional. En México se patentó en 2009, con el número 265785. En 2011, en Estados Unidos, con la patente US 8084396 B2. Canadá y la Unión Europea en 2012, con las patentes número 2 591,394 y EP 1829447B1, respectivamente.