Los trigueros tienen las peores cosechas de hace 40 años

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Un cambio inminente en el padrón de cultivos en las zonas agrícolas ven los productores de trigo en el corto plazo ante las temperaturas cálidas que en este ciclo desplomaron los rendimientos del cereal, los más bajos en los últimos 40 años.

El ejemplo es claro: En el ciclo agrícola que recién concluyó el aumento de las temperaturas mínimas no permitió que la planta del trigo acumulara las horas frío necesarias para el llenado del grano, lo cual impactó en el rendimiento.

De más de seis toneladas por hectáreas que tenían como rendimiento histórico promedio al menos en los últimos 10 años hasta el 2012, durante el ciclo agrícola 2013-2014 la el rendimiento cayó a poco más de cinco toneladas por hectárea.

Pero la situación se agravó en el ciclo 2014-2015 para el sector triguero, ya que los rendimientos globales para la producción se estiman cerrarán en las 4.7 toneladas por hectárea.

De acuerdo con investigadores del Inifap y del Cimmyt, la situación del crecimiento en las temperaturas mínimas en la región y el Noroeste de México no es una situación cíclica, sino que se mantendrá en los próximos años, información que los productores conocen.

Reginaldo Torres Rábago, presidente de la Asociación de Organismos de Agricultores del Sur de Sonora (Aoass), expresó que ante este escenario nada prometedor lo que sigue es buscar variedades de trigo resistentes al calor o bien cambiar el patrón de cultivos.

“Los investigadores nos dicen que ojalá no suceda eso pero todo indica que para allá va la tendencia, ya llevamos dos años y no sabemos si es algo cíclico, nosotros le apostamos a lo cíclico porque nos conviene decir que así pudiera ser”, manifestó.

El aumento en las temperaturas los ha llevado a pensar, aceptó, en qué otro cultivo sembrar, entre éstos el cártamo, la higuerilla, el soya y otros, pero la situación no es tan fácil, no es cambiar por cambiar.

“Esto es alimento, el grano es básico para México y para cualquier país del mundo es lo principal, entonces nosotros no podemos abandonar el trigo nada más así, tenemos que esperar tiempo para poder estar seguros que realmente nos afecta”, defendió.

Si bien el trigo que los productores locales producen no se vende en México, sino que se exporta a países como Estados Unidos y otros de Europa, indicó que tal transacción comercial le da un valor más alto al producto y genera más derrama en la localidad.

“Entonces si nos quitas el trigo estás quitando la fuente más segura de poder producir y generar riqueza”, consideró.

Marco Antonio Fuerte Gaytán, presidente del Grupo Cajeme, coincidió con su homólogo productor en que la situación del cambio climático y las temperaturas cálidas para nada los tomó desprevenidos.

“No, lo que pasa es que nosotros siempre hemos hecho lo mejor por tratar de levantar la mayor producción posible porque es un solo cultivo al año, entonces necesitamos sacarle el máximo rendimiento a las variedades.

“Desgraciadamente las variedades que tenemos no son resistentes a las temperaturas tan altas que hemos tenido”, mencionó.

Coincidió en que a corto plazo deberá haber un cambio en el mosaico de cultivos en esta zona agrícola, en lo que los centros de investigación liberan semillas de variedades trigueras que se adapten a las temperaturas calientes.

El trigo, agregó, es el cultivo vocacional del Valle del Yaqui, pero actualmente se está haciendo incosteable ante los altos costos de producción y los bajos rendimientos, debido a situaciones atípicas del medio ambiente.

“Estamos ahorita en plática con los investigadores del Cimmyt y quedamos de reunirnos en junio para ver los pronósticos que tienen ellos porque están muy avanzados en cuestión climática, sobre los cambios en las temperaturas que puedan venir para los siguientes ciclos”, refirió.

La variedad Cirno, de la cual se estableció el 80% en el ciclo agrícola que recién concluyo en la zona para trigo cristalino, parece haber concluido su ciclo, mencionó, y deberá ser reemplazada en el corto plazo.

Rendimientos como los que se tienen actualmente, menores a las cinco toneladas por hectárea no se habían visto desde hace 40 años, por lo que comienza a caer el negocio ya que el punto de equilibrio para obtener ganancias respecto al precio es de mínimo 6 toneladas por hectárea, reconoció.

Agencias

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