Los productores de sorgo del sector social de los municipios laguneros han perdido en esta temporada de siembra alrededor de 115 millones de pesos por la plaga del pulgón amarillo, sin contar las pérdidas del sector privado que abarcan el mayor número de superficie sembrada de este forraje y que también fueron afectados por la plaga.
Hipólito Pasillas, productor de sorgo y dirigente cenecista en La Laguna de Durango, señaló la urgencia de que los tres niveles de gobierno actúen de inmediato en esta zona y apoyen al pequeño productor porque muchos de ellos no sacaron ni lo que metieron en la siembra, salieron con perdidas.
La gente que siembra sorgo, aclara, es noble y de bajos recursos, siembran este cultivo porque es el más barato “si tuvieran un poco de dinero sembraban avena o maíz”, comenta.
Por ello, ante el daño que dejó la plaga en este cultivo, esta gente es la más afectada porque no sacaron ni lo que metieron, “salieron perdiendo y ahora están batallando para pasar los días”, dijo.
En la Comarca Lagunera se siembran alrededor de 20 mil hectáreas de sorgo, 10 mil del lado de Durango y una cantidad similar del lado de Coahuila.
En proporciones similares en los dos estados, son cuatro mil en Durango sembradas por el sector social y seis mil por la iniciativa privada.
La plaga del Pulgón Amarillo afectó las siembras al grado de que una hectárea que arroja por lo general 45 toneladas de sorgo, este año por este problema el productor logró levantar solo 18, es decir, una afectación de del 60 por ciento de producción.
Aunque reconoce que esta afectación es en el sector social porque el privado se habla de cerca del 50 por ciento o menos, “ellos tienen dinero para meterle insecticidas y atacar la plaga, pero aún así les dejó muchos daños”, comentó Hipólito Pasillas.
Los daños, tan solo para el sector social de ambos estados se pueden resumir en 115 millones de pesos porque el kilo de sorgo se los pagan a 48 centavos por lo que una tonelada se las compran en 480 pesos y una hectárea les arroja una venta de 21 mil 600 pesos en condiciones normales.
Sin embargo por la plaga solo hubo cosecha de 18 toneladas por lo que las ventas se quedaron en siete mil 200 pesos, es decir, una pérdida por hectárea de 14 mil 400 pesos.
Ante este problema, señala el productor de sorgo, se está solicitando apoyo a los tres niveles de gobierno para apoyar en un programa emergente a estos productores del sector social, “estamos hablando de entre 800 a 900 en el lado de Durango, es decir, 800 familias que sufrieron perdidas y que requieren el auxilio urgente; es una cantidad similar en Coahuila”, señaló.
Pero no buscan que llegue el gobierno y les de dinero así nada más, ellos están dispuestos a entrarle a un programa emergente de empleo temporal, es decir, tener una alternativa para no quedarse sin comer.
