El Imidacloprid, sustancia que se usó en Morelos para atacar la plaga del pulgón amarillo, es perjudicial para las abejas, insectos prioritarios en el equilibrio de los ecosistemas, indicó Nabor Eduardo Guzmán Vázquez, Médico Veterinario Zootecnista con Maestría en Fisiología en Reproducción por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Detalló en entrevista que al tratarse de un insecticida, “significa que es un antibiológico que ataca a todos los seres vivos”.
El Imidacloprid es un pesticida de la familia de los neonicotinoides, que al igual que la Clotianidina y Tiametoxam, fue prohibido en varios países de Europa desde el 2013, luego de asociarse en la mortandad masiva de las abejas.
El jefe del Programa de Sanidad Vegetal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en Morelos, Pablo Espinoza Elizalde, indicó no contar con evidencia de que el producto haya sido restringido en otras latitudes.
Incluso destacó que en los registros de los sistemas de salud a nivel mundial la sustancia no está prohibida; y en México, agregó, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), autorizó su uso debido de que su nivel de toxicidad es muy bajo para los humanos.
Enfatizó que el Imidacloprid “no tiene efectos adversos en animales domésticos, aves, mamíferos y el hombre”, pero admitió que en los insectos puede ser tóxico si es ingerido.
“Para que cause efecto tóxico en insectos se tiene que ingerir a través de la savia, que chupan de las plantas”, explicó.
El maestro por la UNAM detalló que la sustancia es procesada por planta donde se encuentra activa, y en el caso de los polinizadores, son afectados cuando éstos buscan la panoja de la planta tratada químicamente.
Según un informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), el Imidacloprid pueden afectar al sistema nervioso de los insectos, causándoles parálisis y hasta la muerte.
En el 2014, la Escuela de Salud Pública de Harvard publicó los resultados de un estudio que ubicó como causas de la disminución de estos insectos a nivel mundial, la exposición a insecticidas que contienen como sustancia activa estos productos.
Cabe señalar que desde el 2006 la muerte masiva de abejas, conocido como “Trastorno del Colapso de las Colonias” (CCD, por sus siglas en inglés), es un problema que ha despertado la preocupación de la comunidad científica.
* Admiten muerte de abejas, Sedagro minimiza el hecho
El titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) en Morelos, Pedro Pimentel Rivas, admitió que el uso delimidacloprid provocó la muerte de abejas en la entidad, aunque en cantidades “no considerables”.
Subrayó que las investigaciones realizadas en los cajones de estos insectos, cercanos a los sembradíos de sorgo que fueron tratados con la sustancia, arrojaron que “ha habido mortandad de abejas”.
En entrevista, el funcionario estatal minimizó el hecho al declarar que “no es algo muy considerable, hubo afectaciones, pero mínimas”.
Aseveró que los reportes por la pérdida de las abejas fueron canalizados al área de Sanidad Vegetal.
Según la dependencia del Gobierno Estatal, el insecticida aún se aplica en algunas zonas cultivadas del municipio de Zacualpan del Amilpas, al Oriente de Morelos.
Para el representante de productores de arroz de la Sociedad de Producción Rural (SPR) “Nido de Águilas”, José Candanosa Figueroa, pese a los posibles efectos adversos que el insecticida puede tener sobre los ecosistemas, se determinó su usó en Morelos al haber involucrados intereses monetarios.
Y es que los plaguicidas de la familia de los neonicotinoides, son comercializados por las grandes marcas Bayer y Syngenta.
* Frente a la contingencia, la primera opción
El jefe del Programa de Sanidad Vegetal de la Sagarpa, señaló que la aparición del pulgón amarillo en Morelos tomó por sorpresa a los agricultores y autoridades gubernamentales.
En la entidad, se estima que más del 60 por ciento de las 42 mil hectáreas sembradas con sorgo fueron afectadas por la plaga del pulgón amarillo, perjudicando a más de 10 mil productores.
Ante la emergencia fitosanitaria, las instancias gubernamentales determinaron el control químico de la plaga, apoyando a los sorgueros para adquirir el pesticida a la mitad de su precio.
En la entidad, ante la resistencia del pulgón, se autorizó la aplicación de una segunda dosis a las plantas afectadas.
Guzmán Vázquez, también asesor de la asociación de campesinos “Nido de Águilas”, consideró que en Morelos fue “insuficiente” la capacitación por parte de las autoridades estatales respecto al uso del producto, su dosificación y la utilización de equipo de protección.
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