EL MANTE, Tamaulipas.- Alrededor de 10 mil hectáreas de agave que se sembró hace casi una década en ejidos de la zona temporalera, González, Llera y otros municipios de la región, han fenecido y las últimas tierras que conservaban estos cultivos están siendo volteadas.
Manuel Morales Betancourt, dirigente campesino en El Mante, dijo que a partir del 2005, se dio el “boom” agavero en esta región de Tamaulipas, luego de que el kilogramo de este producto se ubicara por encima de los 15 pesos e incluso, se incluyó a la región que va de Llera a Altamira, como una zona con denominación de origen.
Dijo que de inicio, las plantaciones estaban destinadas a rendir frutos en 7 años y ahí empezó el problema, pues mucha superficie se retrasó y estuvo lista para cosecharse hasta 8 o 9 años después, mientras que el grueso de lo sembrado, sufrió descuido de los productores que al ver desplomado el precio por kilogramo en el mercado nacional, se desilusionaron y dejaron en el abandono sus tierras.
Pero el último golpe a los campesinos, fue cuando vieron por fin cosechas entre 2013 y 2015, cuyas “piñas” de agave tuvieron un bajo rendimiento y vieron incosteable seguir sosteniendo la cosecha, de ahí que optaron por abandonar este producto.
“Hace poco supimos de una persona que definitivamente volteó 200 hectáreas por incosteable este mismo año y así ha sido la situación, fue un cultivo que no sirvió, no nos dejó ganancias, esperamos mucho y para cuando llegó la cosecha el precio ya se había desplomado y con los bajos rendimientos ya ni era conveniente sacar ese producto del campo”, dijo.
Agregó que la “desilusión agavera” no es privativa de esta región de Tamaulipas donde El Mante llegó a ser parte de una zona productora importante, sino que el panorama difícil es para aquellos estados como Tamaulipas, en donde de la noche a la mañana se sembraron miles de hectáreas, sin tomar en cuenta factores como la sobreproducción que desplomó el precio del kilogramo de 16 pesos a 1.50.
“Hay lugares en donde no costeaba ni levantar la cosecha por el bajo rendimiento, creímos que nos iba a ir mejor pero eso no sucedió y ahora no queda más que voltear la tierra, usarla para otros cultivos o dejarlas con pasto es incluso mejor”, añadió.
Experso
