San Fernando, Tamaulipas.- Señaló que es urgente el otorgamiento de apoyos por parte de la Financiera Rural y el Fideicomiso Instituido con Relación a la Agricultura –FIRA-, ya que las instituciones bancarias no les abren oportunidades a los productores que año con año hacen producir la tierra.
Agregó que recientemente se llevó a cabo una reunión con la participación de personal del campo experimental del INIFAP procedente de Rio Bravo, donde se realizó la promoción para la siembra de frijol soya en esta región.
La siembra de este cultivo, promete muy buenas ganancias para los productores en comparación con el sorgo, estableciéndose que para sembrar una hectárea de soya se ocupa una inversión de poco más de mil pesos.
Hizo mención que una tonelada de frijol soya anda en los 400 dólares, además de mil 500 pesos de estímulo, dejaría un ingreso de casi 9 mil pesos; en un buen año se pueden levantar hasta 2 toneladas por hectárea.
Pero el personal del campo experimental del INIFAP, señalaron que para la siembra de soya no existen créditos en semilla ni de avíos, lo que convierte en prácticamente imposible para los productores sociales, acceder a este cultivo alternativo, por muy bueno que sea.
Los productores interesados en la siembra de frijol soya, podrían tener créditos pero a través de las bodegas de granos, como ocurre con el sorgo, pero estas se llevarían parte de las ganancias.
SUJETOS DE CRÉDITO DIRECTO
Se necesita que los productores sean directamente sujetos de crédito y que la Financiera Rural y FIRA, cumplan con los propósitos.
El frijol soya es utilizado para la producción de aceites comestibles, mientras que la cascara se usa para la fabricación de alimentos balanceados, además que es altamente recomendado en el consumo por su alto contenido proteínico.
Agregó que la banca comercial se encuentra totalmente fuera del alcance de los productores sociales, ya que los procedimientos burocráticos que aplican para otorgar créditos son muy complicados.
El Mañana
