México es un gran productor de cerveza, pero gran parte del lúpulo y la cebada se deben importar, por lo que los agricultores nacionales no cesan en el intento por cultivarlos.
El lúpulo es un ingrediente básico y su cultivo en el país apenas está iniciando en algunos rincones de Ensenada, Baja California, ya que por la gran inversión y el clima específico que requiere, son pocas las regiones donde se puede desarrollar.
Una de ellas es el Valle de Ojos Negros en dicho Estado, explicó Marcelo Castro, productor de planta que le da el toque amargo a la bebida.
Casi 100 por ciento del lúpulo que se utiliza en la industria es de importación, pues para su crecimiento requiere de climas fríos como los de Estados Unidos, Alemania o España.
Castro empezó a sembrar este cultivo tres años atrás, cuando obtuvo 15 kilos en media hectárea, pero ahora, ya en una hectárea ha conseguido 300 kilos.
Expuso que la producción irá en crecimiento porque año con año por la forma en que se multiplica la planta y espera que en cinco años coseche tonelada y media.
No obstante, reconoció que la prueba y error ha sido una constante en la siembra porque en México no hay modelo a seguir.
El lúpulo tiene una altura de seis metros, por lo que se requiere constuir estructuras basadas en postes de los que cuelga un emparrillado, hecho con cable de acero, del que se desprenden hilos de ixtle o rafia de plástico.
El Mañana
