La sobreexplotación en ocho de las 13 principales especies de atún logró detenerse, lo que significa que esas variedades se están reconstituyendo para alcanzar un nivel saludable, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Indicó que cada año se pescan en el mundo casi “seis millones de toneladas de especies de atún, pero la sobreexplotación disminuyó gracias a un programa conjunto de científicos y responsables de la industria. El valor anual de esta actividad es de alrededor de 12 mil millones de dólares”.
Aseguró que esa situación se produjo durante el quinquenio 2014 y 2019, como parte del Programa de áreas marinas más allá de la jurisdicción nacional, también conocido como Océanos comunes, que puso en marcha la Organización y que es financiado con 50 millones de dólares por el Fondo para el Medio ambiente Mundial.
María Helena Semedo, directora general adjunta de la FAO para cuestiones relacionadas con el clima y los recursos naturales, aseveró que “mantener las aguas internacionales saludables y preservar su rica biodiversidad ha sido durante mucho tiempo un desafío para estas áreas marinas que no son responsabilidad de ningún país”.
“El Programa ha conseguido una amplia y singular alianza para afrontar este desafío, promoviendo la gestión sostenible de los recursos pesqueros y prácticas basadas en el ecosistema, con algunos resultados sobresalientes”, explicó.
La FAO mencionó que “la reducción de las capturas incidentales también fue posible gracias al uso de redes que no son de enmalle y dispositivos de concentración de peces más respetuosos con el medio marino”.
Dijo que antes del Programa, no existían directrices sobre tales dispositivos para los océanos Atlántico, Índico, Oriental y Pacífico o Pacífico Occidental y Central.
Además, intenta reducir la contaminación del plástico en el mar a través de estudios para lograr materiales biodegradables con los que fabricar estos dispositivos.
