El maíz mexicano que tiene la cualidad de reventar con la acción del fuego y convertirse en la esponjosa palomita, permanece al borde de la extinción y los fértiles campos tamaulipecos han dejado de producirlo.
La variación global del clima, la sequía extrema y la poca reserva de semillas obligaron a productores de la región a abandonar el cultivo de la variedad palomera, haciéndonos totalmente dependientes de Estados Unidos, de donde importamos 99% para atender el consumo nacional.
Guadalupe Muñoz, agricultor de Díaz Ordaz, cuenta que en sus mejores tiempos en el Distrito de Riego 026 -que incluye a Camargo, Díaz Ordaz, Miguel Alemán y Río Bravo- se sembraban más de cinco mil hectáreas de maíz palomero por ciclo, pero algo pasó y dejó de ser rentable, por lo que los agricultores decidieron dedicarse solo al cultivo de maíz amarillo que requiere de menos cuidado.
Productores desplazados por importaciones
En la zona fronteriza de Tamaulipas era la familia Veloz Ramos la que producía y comercializaba la variedad a través de la empresa “La Palomera”, misma que dejó de hacerlo y ahora está dedicada a su importación y envasado, con lo que atiende una parte del mercado del norte del país.
En América Latina hay unos 220 tipos de maíces, de esta cantidad 54 tipos distintos son mexicanos, que se valoran nativos o endémicos y uno de esos es el palomero, el cual tiene que cumplir ciertas normas de calidad, tamaño y especificaciones para transformarse en una fungosa y blanca palomita.
Jaime Lira Arellano, quien laboró en el Patronato para la Investigación, Fomento y Sanidad Vegetal agrega que en el mapa nacional Tamaulipas era la única entidad donde la variedad se sembraba en zonas de riego de Díaz Ordaz y Reynosa, pero la falta de semillas obligó a abandonar el cultivo.
Otros factores como la ausencia de estímulos oficiales, falta de organización entre los productores y escasez de agua en las presas Marte R. Gómez y Falcon influyeron para dejar de producir las palomitas de maíz 100% mexicanas, dice el especialista.
Maíz palomero: un grano de trato especial
El grano necesita un trato especial, pues requiere de cosecharlo a una humedad abajo de 12%, dejarlo en reposo a un porcentaje menor y someterlo a un secado adecuado para que pueda reventarse con la acción del fuego.
Las palomitas de maíz no son solamente un alimento, son cultura, historia, patrimonio y esencia, pero actualmente sólo podremos disfrutarlas con maíz importado.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) explicó que los nativos americanos ponían los granos en una vasija sobre el fuego hasta que reventaban y las usaban como abalorios de los collares y como alimento.
Ven potencial para sembrarlo en el sur de Tamaulipas
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (Inifap) hace diez años publicó el proyecto para impulsar la obtención de esa variedad en el sur de Tamaulipas, partiendo de un compuesto de base genética formado por genotipos, con aportaciones de la Universidad Estatal de Iowa, de los Estados Unidos.
El problema que resolver era la producción de maíz palomero en México y atender un creciente consumo anual, fluctuante entre 30 a 40 mil toneladas, de las cuales se importan entre 27 a 37 mil toneladas del vecino país del norte.
De acuerdo con Inifap, la falta de variedades e híbridos mexicanos impide estructurar un programa nacional de producción, para abastecer nuestro consumo interno, por lo que puso en marcha en 2008 el proyecto “Nacional de mejoramiento de maíz palomero”, con sede en Tamaulipas, donde la siembra de éste se realizaba empleando híbridos de importación.
Sin embargo, hay nula información sobre los avances del proyecto, agrega Jaime Lira, quien establece que el campo tamaulipeco no afronta su mejor momento por la ausencia total de incentivos oficiales.
Establece la urgencia de recobrar la producción de palomitas mexicanas, preservar las variedades originarias del maíz palomero y ofrecer a los productores mexicanos un cultivo de alto valor que se traducirá en un ingreso atractivo para aquellos que decidan sembrarlo.
El maíz de México: un producto con historia
La Fundación Tortilla dice que mucho antes de comer tortillas, tamales o cualquier antojito a base de maíz, nuestros antepasados probaron palomitas de maíz.
México tiene una larga historia con la tradición de comerlas, ya que se ha documentado que nuestros antepasados ya las disfrutaban hace más de cuatro mil años.
De las 59 variantes de maíz que se cultivan en el país, únicamente con siete de ellas se pueden elaborar palomitas.
A pesar de que México cuenta con una gran variedad de maíces con los cuales se podrían preparar nuestras palomitas, no estamos elaborándolas con maíces mexicanos ya que 99% de las palomitas que comemos los mexicanos son importadas de Estados Unidos.
Es por ello que desde hace cuatro años Fundación Tortilla labora en un programa de rescate de las palomitas de maíz mexicano. Nacidas para reventar las palomitas de maíz son un invento milenario.
Los mexicanos consumimos poco más dos mil 795 millones de bolsas de palomitas con capacidad de un litro anualmente. Y aunque el maíz es uno de los cultivos más importantes en México, cuando se trata de maíz palomero solo 3% es producido localmente, el resto nos llega de otras partes del mundo.