El cultivo del agave funciona para reforestar sitios degradados, además de que absorbe el dióxido de carbono y limpia el medio ambiente, expuso el presidente de la Red Mexicana de Asociaciones de Productores de Agave, David Padilla Marín.
Durante el II Congreso Nacional de Productores de Agave, dijo que esta planta es un cultivo noble y altamente rentable, por lo que debe ser adoptado en las regiones del país que presenten potencialidades para su establecimiento.
Los campesinos deben apoderarse de la producción, la cosecha, transformación y comercialización del agave, comentó ante delegaciones de productores de Michoacán, Hidalgo, Puebla, Oaxaca, Morelos, Guerrero y Chiapas.
Indicó que hay que encontrar una propuesta nueva al movimiento de la siembra del agave en el país, pues en Morelos hubo 12 años de fracaso, solo se le apostó a la siembra, no hubo transformación, ni comercialización.
“Tenemos que darle el valor agregado, obtener miel, jarabe, licor, inulina; una gran demanda en Estados Unidos, tenemos que motivar a los campesinos a encontrarle una salida a la crisis, hay que apropiarse de todo el círculo de este cultivo”, reiteró.
Citó que en mayo, en Puebla, se van a presentar productos a base del agave pulquero y tequilero, con el fin de sensibilizar e interesar a los campesinos, ya que es posible obtener una variedad de productos, entre ellos queso.
En Chiapas y Morelos han logrado ingresar dos proyectos para la siembra y obtención de jarabe e inulina, con un promedio de inversión de 15 a 20 millones de pesos por hectárea.
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