Si bien las lluvias son benéficas para la agricultura, hay cultivos a los que no les caen muy bien, como a la papa y al tomate, hortalizas a las cuales la humedad les provocó la enfermedad del tizón tardío.
En el Valle del Yaqui están establecidas en el ciclo actual 4 mil 100 hectáreas de papa y alrededor de 750 hectáreas de tomate, la mayoría en invernaderos y casa sombra, de las cuales el 20% de ambas está afectado.
Luis Renán Cruz Valenzuela, gerente de la Asociación de Productores de Hortalizas del Yaqui y Mayo (Aphym), manifestó que además de las lluvias el sereno y la condición húmeda del ambiente ayudaron a diseminar la enfermedad.
La infección en las hortalizas, dijo, repercutirá en la producción ya que afecta al rendimiento de la planta y a la calidad porque el producto crece menos y por tanto da una menor cantidad en tonelaje.
El Imparcial