Siembra de cacao y café sustituida por piezas de arte en Los Caobos

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Rodeado por múltiples sitios destinados a exhibiciones artísticas y ubicado en pleno corazón de Caracas se encuentra el parque más antiguo de la capital de Venezuela, “Los Caobos”.

Luego de ser una hacienda de cacao, este paseo pasó a ser un sembradío de café para proporcionar sombra a los cafetos y se plantaron cerca de cuatro mil árboles de caobo en unas 20 hectáreas de terreno.

Una vez vendidos los terrenos para convertirlos en una urbanización, el presidente Juan Vicente Gómez lo expropió para evitar la tala de sus árboles y lo convierte en lo que ahora se conoce como Parque los Caobos.

Pero en sus inicios fue bautizado como Parque Sucre, en homenaje al prócer independentista Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, en el año de 1920.

Este lugar alberga una de las más importantes colecciones de árboles centenarios de la capital venezolana, donde los caraqueños suelen pasear a sus mascotas, recrearse y ejercitarse, en una glorieta conformada por varios museos.

Múltiples piezas de arte de gran significado artístico han sido expuestas como parte de la decoración de sus espacios, lo cual perfila al paseo como uno de los más artísticos e importantes del petrolero país sudamericano.

Al entrar el visitante es recibido por la efigie de Teresa de la Parra, una de las más insignes escritoras hispanoamericanas que representó a Venezuela en múltiples eventos interamericanos literarios en su época.

Amplias y atractivas caminerías, rodeadas de espejos de agua, decoran este lugar en donde el arte se exhibe al aire libre por medio de un conjunto de objetos e información que reflejan algún aspecto de la existencia humana o su entorno.

La escultura de un Ícaro en su pedestal forma parte de las piezas exhibidas en la caminaría principal de este artístico lugar.

En el centro de uno de los espejos de agua reposa una réplica de la estatuilla griega de “Efebo en Maratón”, mientras que “El pensador”, una cabeza humana acostada en medio de otro espejo de agua sobre una base de plantas de concreto, representa la preocupación humana.

a escultura de una Trompetilla para sordos, subyace de igual manera en este lugar, en el que también sobresalen la escultura en metal de El Doblez, El vuelo cruzado, El Piano de Beethoven.

También se admiran el Elefante africano Dorado, un paquidermo de tamaño real, concebido en técnica de fibra recubierta con mosaico y vidrio, donado por una de las empresas italianas arquitectónicas considerada en su momento entre las más importantes del mundo.

El interés por exaltar la cultura regional se pone de manifiesto a través de la representación artística de diferentes regiones del país.

La considerada obra más importante en concepto y espacio de Los Caobos, es la Fuente Monumental Venezuela, realizada por el arquitecto catalán Ernesto Maragall, amigo del conocido artista plástico venezolano Armando Reverón.

Con un perímetro de 100 metros lineales, rodeado por 60 piezas prefabricadas de concreto, está compuesta por cinco cuerpos esculpidos arrellanados en forma circular.

En un estanque de agua con una flor en su centro, representan un elemento inseparable y conforman una pieza en movimiento ascendente a través de los diferentes volúmenes y altura del agua, que otorgan un valor importante a la obra.

El artista dio a esta obra una forma radial a través de cinco estatuas en sus respectivos pedestales, que simbolizan otras tantas regiones importantes de Venezuela: el cerro del Ávila, los Andes, los Llanos, el Orinoco y el Caribe.

Su parte lateral se encuentra rodeada de un conjunto de banderas de todos los países de América Latina en donde apreciamos el solemne ondeo de la bandera mexicana, entre otros lábaros patrios.

NTX

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