Agricultores de colonia La Esperanza, en el Valle de Juárez, recibieron el miércoles la visita de funcionarios de la La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), pero hasta ayer no había compromiso alguno de ayuda.
Mientras tanto Grupo 38, la compañía con la que se organizan los productores de la zona, todavía estaban trabajando con los seguros para ver si es posible que les regresen lo que habían invertido en la siembra de al menos 420 hectáreas que fueron dañadas por la histórica precipitación de hielo.
Santiago Hernández, presidente del Tercer Módulo de Riego de la Comisión Nacional del Agua y uno de los agricultores con mayor afectación por el granizo, dijo que el miércoles hubo un primer contacto con la Sagarpa, pero que los funcionarios sólo mencionaron que hay algunos programas a los que pueden acceder.
Sin embargo, aún no han explicado a los agricultores de qué se trata y cómo iniciar los trámites. Ayer se preguntó al delegado de la Sagarpa, David Baldear Quintana, sobre el tipo de apoyos, pero dijo que no podía informar al respecto debido a la veda electoral.
El lunes al mediodía una tormenta de granizo que duró poco más de media hora destruyó 300 hectáreas de algodón que no estaba asegurado, y otras 120 de trigo cuyas coberturas sí estaban contratadas. La producción de estas 420 hectáreas habría sido de casi 10 millones de pesos, según cálculos con datos de Grupo 38.
Algunos productores lo perdieron todo. Es el caso de Oscar Cárdenas, quien vio totalmente destruidas las 8 hectáreas de algodón que había sembrado. Las plantas de su labor ya tenían 2 pulgadas de alto, pero tras el granizo del lunes los surcos quedaron vacíos.
Su opción es resembrar, pero para poder hacerlo necesita mínimo los 30 mil pesos que ya había invertido.
Hernández indicó que los funcionarios de la Sagarpa sólo hablaron de programas de apoyo posibles, pero hasta ahora nada concreto.
Por su parte el gerente de Grupo 38, Rigoberto Ramírez Ramírez, indicó que este desastre es una prueba de que el gobierno no debió desaparecer el subsidio a los seguros.
Explicó que antes el gobierno pagaba el 40 por ciento del seguro de los cultivos, con la finalidad de que los agricultores los contrataran y no corrieran riesgos en caso de desastre natural.
Sin embargo, desde marzo de este año el subsidio desapareció por el recorte presupuestal de Hacienda, y los agricultores descapitalizados sembraron, pero no compraron los seguros, que generalmente pagan con los créditos de Financiera rural o con el Proagro.
En esta ocasión ni los créditos aprobados de la financiera se entregaron a tiempo, ni tampoco el apoyo del Proagro, por lo que al parecer, las 300 hectáreas de algodón no se habían asegurado todavía.
Añadió que aún están viendo con el seguro la posibilidad de recuperar al menos el monto de la inversión de la siembra, pero señaló que el gobierno federal debería regresar el subsidio al seguro, y el del Estado debería contratar el seguro contra daños catastróficos, como lo tienen la mayoría de los estados del país.
El Diario
