En México existen muchos productores de café orgánico, pero la mayoría son rechazados por no tener acceso al crédito necesario para certificarse y conseguir los sellos que les permita acceder al consumidor, alertó Ena Reséndiz Santillán.
“Si bien es justo ‘premiar’ a los productores que invirtieron en conseguir los sellos que certifican sus productos como orgánicos, hay que tener cuidado de no abandonar a los que simplemente no tienen los recursos para cubrir el proceso”, expuso.
Al dictar la conferencia “El impacto de los consumidores en la agricultura”, la coordinadora de proyecto en el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura dijo que en la Ciudad de México los consumidores están demasiado alejados de las zonas de producción.
Agregó que estas grandes distancias no permite a los compradores conocer de forma efectiva el lugar de procedencia de sus alimentos.
A este desconocimiento, abundó, se suma el hecho de que los productores de alimentos utilizan hasta 45 productos distintos para hacer que su mercancía luzca atractiva a los ojos del consumidor.
La especialista mencionó que por ello, además de contar con un mapa mental de la zona de donde provienen los alimentos, los nutriólogos mexicanos deben impulsar el consumo de productos locales, frescos y directo del productor hasta donde sea posible.
Precisó que lo anterior, sin tener que llegar hasta el slow food, movimiento que promueve los productos naturales, las recetas locales y la lentitud en la comida.
A mayor escala, recomendó que México fomente los cultivos agroforestales, en los que el ganado pasta junto a árboles frutales, de modo que sus desechos sirven como fertilizante natural para los plantíos.
Además, destacó la prudencia de consumir más alimentos como aguacate, mango, nopal, caña de azúcar, chile, limón, fresas, brócoli, espárragos, nueces y coliflor, productos en los que México es líder.
NTX
