La diputada local, Angelina Solís, consideró ayer que la nueva Ley de Agricultura Familiar aprobada por la Asamblea Legislativa, evitará el éxodo de cientos de familias rurales a las zonas urbanas del Distrito Federal, además de que detonaría la capacidad productiva de más de 18 mil hectáreas de cultivo ubicadas en siete demarcaciones rurales de la Ciudad de México.
La perredista sostuvo que la meta de dicha ley es dotar de las herramientas necesarias a los habitantes de zonas rurales para el cultivo de alimentos de autoconsumo, cuyos excedentes servirán para subsanar, en lo posible, a las carencias alimentarias de más de dos millones y medio de personas en estado de pobreza que habitan en la capital del país.
Detalló que en las delegaciones Cuajimalpa, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Tlalpan, Tláhuac, Xochimilco y Álvaro Obregón, habita un alto porcentaje de familias rurales, quienes tendrán la posibilidad de aumentar la calidad y cantidad de siembra y cosecha de alimentos de primera necesidad.
Señaló que las familias rurales y las que tengan opciones para la labranza, contarán con acceso a créditos y fondo de garantía, facilidades para crear la infraestructura necesaria, asistencia técnica y extensionismo rural.
Alertó que en la Ciudad de México existen alrededor del 28.9 por ciento de la población capitalina con insuficiencia alimentaria y pobreza, además, más de 219 mil personas viven en pobreza extrema, es decir, el 2.5 por ciento de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de las Política de Desarrollo Social (Coneval).
Destacó que los beneficiarios de proyectos productivos, diseñados con apoyo del Gobierno del Distrito Federal, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), y los propios campesinos, contarán con impulsos de comercialización de sus productos alimenticios; un seguro agropecuario: la creación de cooperativas y asociaciones, así como educación, capacitación, profesionalización, salud; servicios rurales de negocios y no agrícolas e industrialización.
De manera adicional, los beneficios al medio ambiente y al desarrollo rural, con la ley se busca beneficiar la salud pública al proporcionar alimentos nutritivos, higiénicos y baratos.
Finalmente, los nuevos instrumentos legales garantizarán la prioridad de la producción local, fomentará el comercio justo, impulsará la agricultura sostenible que generen buenas prácticas agrícolas, y el mejoramiento de la semilla criolla en beneficio del medio ambiente y lograr la seguridad alimentaria en la Ciudad de México.
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