“No existen buenas razones para oponerse al maíz transgénico”: Luis Herrera Estrella

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“Es una vergüenza que los chefs hablen con tanta ignorancia y lo hagan público. Ojalá se dediquen más a continuar mejorando sus platillos y menos a opinar sobre temas que desconocen”, dijo en entrevista el investigador Luis Herrera Estrella sobre la reciente polémica y protesta del Colectivo Mexicano de Cocina ante los “riesgos” del maíz transgénico en nuestro país.

En una carta enviada al presidente Enrique Peña Nieto, cerca de 80 chefs, encabezados por Enrique Olvera, piden que se mantenga en México la prohibición de siembra de maíz transgénico e instaron al gobierno a expresar “una postura firme y clara” al respecto.

“Lo que hacen estos grupos que se oponen al uso de los transgénicos es impedir que nuestros agricultores tengan acceso a una tecnología que los puede beneficiar. Son ellos quienes están violando los derechos humanos de los agricultores, no las empresas que ponen un producto en el mercado para que lo compre quien quiera”, agregó el ingeniero bioquímico, una de las 100 figuras más influyentes del mundo en el campo de la biotecnología, y la única mexicana.

La polémica decisión sobre el maíz transgénico

El tema revivió el pasado 18 de agosto después de que un juez desechara la medida precautoria sobre el otorgamiento de permisos para sembrar maíz transgénico en México.

“El cultivo de estos productos atenta contra la diversidad de nuestros maíces nativos y pone en peligro su existencia. La conservación de la biodiversidad agrícola se basa en el libre intercambio de las variedades, y en el derecho que tiene el campesino a guardar la semilla de su propia cosecha, como ha ocurrido desde hace siglos. El proceso de transgénesis no es ‘sustancialmente equivalente’ al que ocurre en el cruce natural de plantas desde hacía miles de años: se trata de un proceso con el que se intervienen y cruzan artificialmente las cadenas de ADN de diversas especies. La tecnología utilizada plantea enormes incertidumbres y efectos colaterales impredecibles”, se lee en la carta publicada por el Colectivo Mexicano de Cocina.

Pero para el director del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) del Cinvestav, lo que dice el comunicado no tiene sentido y aclaró que llevamos más de 20 años consumiendo transgénicos y no hay un solo reporte de daños a la salud humana.

“El colectivo está emitiendo una opinión con total desconocimiento de lo que son las plantas transgénicas y cuál es el impacto que pueden tener para beneficio de la salud humana, el medio ambiente y la alimentación. Están afectando a los agricultores que necesitan de esta tecnología y a muchos otros productores; están afectando a los científicos mexicanos porque también quieren que se prohíba la investigación y la experimentación que deberían desarrollar productos y tecnología para el agro mexicano y a las empresas de semillas nacionales que podrían ser más competitivas”, detalla.

Y el ingeniero bioquímico continuó con: “¿por qué no producimos nuestra propia semilla? ¿Por qué no somos competitivos? Porque el gobierno carece de una política de Estado a largo plazo que apoye y fomente la investigación y producción de semilla competitiva en México. No sembramos transgénico, pero importamos más de 10 millones de toneladas de maíz, y la mayoría es transgénico. Irónico, ¿no? No lo producimos, pero sí lo consumimos”.

“¿A quién beneficia la prohibición de la siembra de transgénicos en México? ¿Al consumidor? No, porque el maíz transgénico es igual o mejor que el tradicional. ¿Al agricultor? No, porque produce menos y le cuesta más sembrar tradicional que transgénico. ¿Al medio ambiente? No, porque el maíz tradicional necesita más insecticidas y herbicidas que el transgénico”, explica el investigador.

Los transgénicos 
no dañan la salud

Los chefs aseguran en su manifiesto que los agroquímicos que acompañan la siembra de maíz transgénico —fertilizantes y herbicidas— pueden representar un peligro para la salud.

“La ignorancia aquí es verdaderamente grotesca porque todos los cultivos requieren de fertilizante, de insecticidas y de otros químicos para poderse cultivar, ni siquiera los productos orgánicos están libres de estos compuestos. Si no utilizamos fertilizantes, no hay producción agrícola. Es terrible lo que ellos dicen”, explicó Herrera Estrella.

Durante la entrevista, el ingeniero bioquímico dijo que lo que plantea el Colectivo Mexicano de Cocina es un atentado a los derechos humanos de los agricultores, al no darles el acceso a la tecnología.

“Es una tecnología que tiene claros beneficios para la salud humana y está totalmente documentado, pues con los transgénicos se usan menos insecticidas y tiene grandes beneficios para la producción de alimento y para disminuir el uso de agroquímicos. Si ellos están en contra de esta tecnología… también están en contra de la protección del medio ambiente y del desarrollo agrícola en México”.

El colectivo de chefs asegura que miembros de la Unión Europea —como Austria, Francia, Bulgaria, Grecia, Alemania, Hungría o Italia— se niegan a cultivar transgénicos en sus territorios a causa de los posibles daños que dichos productos pueden provocar a la salud humana y al medio ambiente.

“Es una reverenda tontería porque lo que ellos consumen viene de Estados Unidos, Brasil y Argentina, donde 100% de su soya y cerca de 70% de su maíz es transgénico, entonces sí lo consumen, ¿dónde están los daños a la salud? Además, el ganado de esos país ¡consume esos alimentos!”, asegura.

El doctor Luis Herrera aclaró: “Todos deberíamos saber que nuestro maíz ya no es nuestro desde hace mucho tiempo. El 95% de la semilla mejorada de maíz tradicional, es decir no transgénico, lo producen y venden dos o tres empresas trasnacionales (Monsanto, Pioneer y Dow). Eso mismo pasa con nuestro chile y nuestro tomate, la mayoría de esos productos que llegan a nuestros hogares se producen con semilla de esas u otras empresas. Después, el monopolio ya no es extranjero, es nacional: más de 75% de la harina de maíz para hacer tortillas lo produce Maseca”.

Podrían salvar al mundo

La batalla contra el maíz transgénico se encuentra en pausa por una demanda colectiva de los chefs mexicanos que finalmente no procedió, pues no tienen pruebas del supuesto daño que ellos dicen que provocan.

“Desde hace años está probado que los transgénicos no causan daño a la salud ni al medio ambiente y tiene muchos beneficios para los agricultores. Ahora, estamos ante una decisión política que tendrá que tomar el gobierno, que debería evaluar los beneficios y dar los permisos necesarios”, aseveró el doctor Luis Herrera Estrella.

Hace unos días, el presidente Enrique Peña Nieto presentó la Política de Fomento a la Gastronomía Nacional con la idea de potenciar la oferta gastronómica del país; en la larga cadena, los agricultores son parte primordial.

“El gobierno debe asegurar la producción de alimento para el futuro. Ahora podemos decir que hay suficiente alimento para la población mundial y que el problema que existe es de distribución; pero ¿qué va a pasar dentro de 20 o 30 años, cuando tengamos 2,000 millones más de seres humanos en el mundo?,Ya no van a poder alimentarlos si no se hace uso de los beneficios de las tecnologías.

“¿Cómo vamos a prevenir el calentamiento global y los daños al medio ambiente si no usamos las mejores tecnologías? Es muy claro que los transgénicos disminuyen el uso de emisiones de gases invernadero que están causando el calentamiento global. Los transgénicos y las tecnologías podrán salvar el mundo”, finalizó Herrera Estrella.

El Economista

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