Productores de maíz y frijol del sur del Estado acudieron esta mañana al Congreso para pedir a los legisladores que se regularice el uso de cañones antigranizo por parte de los invernaderos.
Josué Orozco Grajeda, representante de los productores, señaló que son cerca de 3 mil los afectados que responsabilizan al uso irracional de estos aparatos, por la falta de lluvia de forma regular, sobre un estimado de 6 mil hectáreas. En la reunión con diputados y personal de la Secretaría de Desarrollo Rural se acordó que la Universidad de Guadalajara hará un estudio para determinar si los aparatos inhiben o no la caída de lluvia
“Estudios que la Universidad de Guadalajara va a realizar que son tardados y ya estamos a medio temporal y queremos en breve plazo resolver el problema para que haya una legislación para que norme, este tipo de artefactos. Tenemos certeza que el buen uso del cañón nos puede beneficiar,pero el uso irracional de estos artefactos son dañinos para el medio ambiente”.
El cañón antigranizo es un dispositivo usado para prevenir la formación de tormentas de granizo y que este dañe la producción agrícola, en este caso de los invernaderos del sur del estado. Es una cámara de combustión con una salida en forma de cono, de 6 metros de alto con una abertura de aproximadamente 60 centímetros colocada en posición vertical; emite ondas de choque que se desplazan a la velocidad del sonido e interfieren en la cristalización del granizo.
“Es un cañón que con un gas que se llama acetileno que a una altura de 3 mil metros de altura bombardea las nubes y es el sonido que dispersa el granizo; si al dispersar el granizo dispersan el agua”.
Los quejosos aseguran que en el estado hay 39 aparatos de este tipo. Los estudios científicos tanto por parte de quienes promueven este mecanismo como por parte de sus detractores son prácticamente inexistentes.
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