El gobierno mexicano evalúa regular la producción de amapola para elaborar opiáceos farmacéuticos como la morfina, en un esfuerzo por debilitar a las bandas de tráfico de heroína, de acuerdo con dos fuentes con conocimiento de esos planes.
En medio de una revisión de la política sobre drogas, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, preguntó a expertos a finales de 2015 si México podría obtener autorización de la
“Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes”, INCB por sus siglas en inglés, órgano de Naciones Unidas, para cultivar y exportar amapola de opio para analgésicos.
“Es una pregunta legítima”, dijo una de las fuentes con conocimiento directo de las conversaciones, que no estaba autorizada a hablar públicamente.
“Los estados se tienen que preguntar a sí mismos, y tienen que poner en discusión sus políticas”, agregó.
No está claro cuán seriamente el gobierno considera regular la producción de amapola y aún no se ha acercado a la INCB directamente, pero la discusión ilustra su preocupación sobre la violencia relacionada con la heroína.
La Secretaría de Gobernación no respondió a una solicitud de comentarios.
Este jueves, el presidente Enrique Peña Nieto propuso históricos cambios a la política antidrogas del país para permitir el uso medicinal y científico de la marihuana, así como un mayor consumo personal, y liberar presos.
Con este giro, México se une a un creciente grupo de naciones latinoamericanas que cuestionan abiertamente las políticas prohibicionistas en el corazón de la guerra contra las drogas.
“Los términos del debate en torno a las drogas están cambiando, en México y en el mundo”, dijo Peña Nieto.
El mandatario no hizo mención a la regulación de la amapola el pasado jueves, pero en un discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas esta semana dijo que debían crearse alternativas productivas en zonas donde se cultivan las drogas.
NTX