“Sería terrible si autorizan la siembra de maíz transgénico porque no sabemos qué pueda pasar, nos iríamos a la aventura en los impactos a la salud”, dice Enrique Salazar Sosa, presidente de la Red Internacional de Agricultura Orgánica y profesor investigador del Instituto Tecnológico de Torreón.
Desde 2013, la Colectividad en Defensa del Maíz y empresas iniciaron una batalla judicial sobre la siembra del maíz transgénico en México y a partir del 15 de abril comenzó el juicio.
“No hay evidencia de las consecuencias reales que pueda traer, sería un error permitir la siembra de maíz transgénico, si no tengo evidencia de que un transgénico no va a provocar efectos secundarios no pueden autorizarlo”, dijo el investigador.
Agrega que los proyectos que apoya el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, donde es evaluador, van encaminados a promover el uso de la semilla natural, para tener una mejor garantía en la calidad del producto.
La Red Internacional de Agricultura Orgánica, promueve la reutilización de abonos orgánicos, aguas residuales y estiércoles, como fertilizantes, para reducir la contaminación en el suelo y los mantos acuíferos.
En estados como Jalisco e Hidalgo los diputados exhortaron a las dependencias agrarias a prohibir el cultivo de maíz transgénico.
Fue en 2009 cuando el gobierno mexicano permitió la siembra experimental de la semilla genéticamente modificada y en 2013 asociaciones civiles lograron detener esta siembra con un amparo.
Cultivos
Se toman decisiones sobre los transgénicos.
⇒ En 2013 inició una batalla legal sobre la siembra del maíz transgénico en México.
⇒ En la segunda quincena de abril inició el juicio en el que se determinará el uso de la semilla modificada.
El Siglo de Torreón
