En Coahuila, además de producir algodón genéticamente modificado, se han hecho pruebas piloto con el maíz y la alfalfa, por lo que productores de maíz de la Comarca Lagunera demandan también ser escuchados por el Juzgado XII de Distrito en Materia Civil del Primer Circuito, donde se lleva el proceso legal contra el maíz transgénico.
El presidente del Consejo Agropecuario de la Comarca Lagunera, Mario Valdés Berlanga, señaló que es ilógico que no se escuche a los productores, cuando son los más perjudicados porque están en desventaja contra sus socios comerciales que sí pueden utilizar estas herramientas.
Agregó que, actualmente, en la Laguna se produce algodón transgénico y quien no siembra este tipo de algodón no va a levantar cosecha porque no saldrán los costos, sin embargo, no es lo mismo con el maíz y con la alfalfa transgénicos. Con el primero existe un amparo en manos del XII Juzgado de Distrito, sin embargo, no se ha escuchado a los productores.
No obstante, añadió que ya se han hecho dos pruebas pilotos de maíz y alfalfa, no solo en la Comarca Lagunera, sino también en Saltillo. En el caso del maíz transgénico, a pesar que hubo retraso en la liberación de la semilla y con ello fue sembrada fuera de tiempo, se tuvo un 18% más de producción en cuanto a forraje y 12% menos de consumo de agua.
En el caso de Saltillo, comentó que la prueba piloto fue en alfalfa y los resultados evidenciaron un producto de mejor calidad, con menos cortes y con más producción. Asimismo, comentó que esas evaluaciones no estuvieron a cargo de agricultores o ganaderos, sino de la UAAAN.
En el caso del maíz la prueba piloto se hizo hace dos años, mientras que el caso de la alfalfa se ocupo el año pasado, lo único que se puso a disposición de esas pruebas fue la tierra, el agua, los fertilizantes y la maquinaria.
Por su parte, en Cuatro Ciénegas, también se hicieron algunos análisis, aunque en este caso con algodón transgénico. Se dejó en claro que no fue en la reserva, sino en un área ubicada rumbo a Ocampo y que representa una zona agrícola donde anteriormente se sembraba alfalfa. La prueba que se hizo el año pasado fue de cinco toneladas.
Sobre los problemas ecológicos que, se han señalado, pueden generar los productos transgénicos, Valdés Berlanga citó como ejemplo que el 80% es capaz de ser genéticamente modificado, pero el 20% restante debe ser producción normal. Esto, con el objetivo de que no se lleguen a terminar los insectos, pues así se pueden causar problemas, también normales. Por ello, en casos como el algodón, en las orilla se cultiva de manera normal y el resto es el que se conoce como genéticamente modificado.
Finalmente, demandó que en este tipo de casos se escuche a todas las partes y no solamente a quienes están en contra.
EL DATO
Quienes se oponen a esta práctica argumentan que trae daños a la ecología.
Vanguardia
