El diputado del PRD, Fernando Belaunzarán, propuso una iniciativa ante la Comisión Permanente para que se regule el cultivo de la amapola y puedan producirse medicamentos a base de opiáceos que mitiguen el dolor de enfermos en fase terminal.
Pidió a los legisladores revertir la prohibición, pues en México, la producción de amapola no está legalmente permitida, tal como lo indican los artículos 235 y 236 de la Ley General de Salud, que de manera explícita establecen la prohibición de sembrar, cultivar o cosechar en todo el territorio nacional papaver somniferum o adormidera y papaver bracteatum en cualquiera de sus formas, derivados o preparaciones.
Sin embargo, criticó que el gobierno no tenga la capacidad de poner a disposición de los pacientes en fase terminal los estupefacientes para el dolor indispensables, para que “al menos puedan esperar la muerte en paz”.
Planteó que México observe rigurosamente lo establecido por las Convenciones Internacionales de Estupefacientes y cree un organismo que dependa directamente de la Secretaría de Salud para que sea el responsable del control y la fiscalización del cultivo, procesamiento y comercialización de los medicamentos a base de opiáceos.
Sería el Consejo Nacional de Fiscalización de Adormidera el encargado de designar las zonas y parcelas de terreno en el que se realizará el cultivo de la adormidera.
Argumentó que el régimen internacional mantiene controles rigurosos para la exportación de opiáceos con fines medicinales, pues la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes tiene la facultad de monitorear y controlar los volúmenes de producción de cada país en concordancia con la demanda mundial.
Refirió que Australia, España, Inglaterra, Francia, Hungría, Alemania, Austria, China, India, Turquía, Eslovaquia, Japón, Macedonia, Nueva Zelanda, Holanda, Ucrania, Polonia y Rumania producen amapola de forma legal, por lo que México podría aprender de esas experiencias.
El Economista
